El equipo de gobierno de Llanes aguardará "un tiempo prudencial" para ver si los tribunales de justicia emiten algún veredicto sobre el proyecto de derribo de la zona que se amplió ilegalmente en el hotel Kaype, situado en primera línea de la playa de Barru. El proyecto, que fue remitido por la propiedad del hotel a la sede judicial, valora las obras de demolición en más de 1,1 millones de euros y reclama que se retrase hasta octubre la ejecución de la sentencia que obliga a derribar todo lo construido ilegalmente, al considerar que acometer las obras durante el verano podría afectar a los usuarios de la playa, una de las más concurridas del concejo llanisco.

Aunque ya los jueces han establecido el calendario para ejecutar la sentencia (el derribo debe iniciarse al mes siguiente de presentado el proyecto de demolición), el Ayuntamiento prefiere aguardar unos días por si los jueces realizan alguna matización tras analizar el escrito de la propiedad. Si pasado ese "tiempo prudencial" los jueces no emiten ninguna comunicación, según el concejal Juan Carlos Armas, el equipo de Gobierno tomará una decisión sobre la petición de la propiedad. En principio, los gobernantes llaniscos no ven razones para aplazar el derribo.