Los vecinos de Lledías (Lledíes, según la toponimia oficial) respiran aliviados. El futuro de la castañar tricentenaria que amenazaba con venirse abajo, parece asegurado. Tras apuntalarse el árbol hace tres semanas, el lunes se procedió a la retirada de más de 300 kilos de madera muerta de la copa del árbol, cuyo peso era el responsable de su inclinación.

Al frente de las operaciones estuvo, de manera altruista, el arbolista especialista en poda vertical Zaky Pérez Blanco. Talleres Pedrón, de Posada, también puso su granito de arena en los trabajos, llevando hasta el pueblo un camión pluma de manera gratuita, sin cuya ayuda no hubiese sido posible la intervención. "En Madrid tienen a la Cibeles y nosotros tenemos la 'Castañerona'", aseguró Rosendo Noriega, alcalde de barrio local, para subrayar la importancia que este árbol tiene para el pueblo.

Zaky Pérez trabaja ahora en el diseño de una zapata de hormigón que el Ayuntamiento construirá sobre la parte inclinada del árbol, a fin de ajustar sobre ella unos postes de madera tratada que irán encajados en una especie de collar de hierro con sus correspondientes protecciones para no dañar el tronco.

"Aunque el árbol esté escorado, puede vivir durante mucho tiempo", dijo el arborista. La construcción de la zapata obligará a derribar un trozo del muro situado junto al árbol y a invadir un pequeño trozo de carretera. Con un dingo forestal se enderezará el árbol. Una vez que estos trabajos concluyan se pondrá una valla de madera rústica alrededor del monumental castaño.