La gran afluencia de turismos obligó ayer a cortar al tráfico la carretera de acceso a los Lagos de Covadonga durante sesenta minutos (entre las 13.00 y 14.00 horas), momento en que se registró una gran caravana a la altura de Les Veleres. La situación no es nueva: lleva repitiéndose durante toda la semana incluso por periodos mayores de tiempo. Los 300 aparcamientos de Buferrera y los 50 de La Tiese se quedan pequeños incluso para acoger a las decenas de visitantes en los fines de semana soleados de mayo y junio. Por eso, los empresarios de Covadonga reclaman el acondicionamiento de nuevos aparcamientos en las inmediaciones del santuario. "Hay praos de sobra por donde la carretera antigua al cementerio, que arranca desde donde Los Leones", explicó un hostelero, que indicó que el plan de transporte a los Lagos, que comienza a funcionar mañana, tampoco les soluciona el problema "sino más bien al contrario".

Su visión la comparte Begoña Pereira, que lleva "toda la vida" regentando un puesto de souvenirs a los pies del santuario. "Cuando se colapsa la carretera los agentes hacen señas en la rotonda a los turistas que van bajando de que continúen para abajo y éstos creen entonces erróneamente que no pueden subir a Covadonga y no paran", lamenta.

En la misma línea se expresa Salomé González, que lleva dos décadas vendiendo recuerdos junto a la rotonda de acceso a los Lagos. "Necesitamos más aparcamiento en Covadonga para que los turistas no tiren de largo pero por a causa de la orografía es complicado. Se habló de construir un parking de dos alturas en un prado privado junto a la rotonda, pero quizá no sea lo más adecuado plantar una mole de hormigón en la entrada del parque nacional", reflexiona. En la mente de muchos empresarios está también la posibilidad de acondicionar como aparcamiento la finca que el Principado tiene en Les Llanes, hoy abandonada.

Por su parte, turistas como el gallego Benigno Noval optaron ayer por madrugar para evitar la marabunta. "Cuando subimos a las diez no había problema pero para bajar ya vimos que había caravana", apuntó. Este vecino de Vigo no tenía "ni idea" de que mañana entra en funcionamiento el plan a los Lagos (que impide el paso con vehículos privados entre las 8.30 y las 20.00 horas y acerca a los visitantes en autobuses) pero rechaza el servicio y aboga por un sistema de cupos. "Dar un monopolio a una empresa de autobuses no me parece bien. Lo ideal sería fijar un límite máximo diario de coches que puedan subir y que los visitantes reservaran por internet la fecha y hora a la que quisieran acceder para evitar el caos", señaló. Su opinión la compartía el madrileño Jesús Álvarez. "No sabíamos que aún no funcionaba el plan de transporte. Entendiendo que debería limitarse el acceso de coches durante todo el año con buses o con el establecimiento de cupos", dijo.