Cangas de Onís fue ayer la capital regional de la emigración con motivo de la primera edición de I Congreso regional de inmigrantes y emigrantes del Principado. La ciudad acogió, desde primera hora de la mañana, un auténtico festival intercultural, con gran protagonismo de los países latinoamericanos.

Multitud de actividades, entre mesas redondas, espectáculos folclóricos, eventos deportivos, y homenajes, junto a exposiciones y conferencias, conformaron el programa de este congreso, que se clausura hoy.

La plaza Camila Beceña se convirtió en el centro neurálgico del evento. Allí se instaló un mercadillo de productos típicos de los países participantes en este encuentro, organizado por la Asociación Sociocultural Iberoamérica de Asturias (ACIA) y la Asociación de Residentes Peruanos en Asturias (ARPA).

El Colombiano Luis Fernei Garzón lleva 16 años en España. Vive en Oviedo y conoció a su esposa, también colombiana, en el Festival de la sidra de Nava. Ayer regentaba un puesto con todo tipo de productos de su país.

"Asturias me ha tratado muy bien. No tengo queja. Aquí me siento querido y respetado. He tenido la suerte de dar con gente buena. Asturias es un lugar maravilloso", añade Fernei Garzón.

Sergio Aguilar, del estado de Yucatán, en México, acudió a Cangas de Onís junto a su mujer y sus dos hijos. El matrimonio salió de México hace 15 años en dirección a Asturias, y en Oviedo nacieron sus dos hijos, Gabriel y Sarah. "A principios de este siglo hubo un boom de emigración hacia España, que bajó con la crisis. Vengo de México cuando lo normal, históricamente, es hacer el viaje contrario", dice.

Aguilar asegura que siempre se ha sentido respetado y querido. "Con el resto de inmigrantes latinoamericanos se creó una especie de mal concepto, y a muchos se les pusieron etiquetas. Actividades como estas ayudan a que todo el mundo nos conozca tal como somos", explica.

En estos momentos, Sergio Aguilar se encuentra en el paro. Sus ilusiones están volcadas en poder montar un negocio relacionado con la comida mexicana. "Vine en busca de oportunidades. Mi sueño es seguir creciendo", manifestó.

Raquel Barreiro encarna en su persona el espíritu con el que ha nacido en congreso. Ha llegado a Asturias desde Venezuela hace siete meses, huyendo de la inseguridad y de la carencia de medicamentos y de alimentos que asedia a su país. En Cangas de Onís aprovechó para dar visibilidad a la Asociación Amigos de Venezuela en Asturias, creada hace un mes con el objetivo de promover la integración de los inmigrantes venezolanos en Asturias, y de la que es secretaria.

"La situación en mi país es muy crítica y he venido a Gijón junto a mi madre, hermano y sobrino", dice Barreiro.

En su país, esta venezolana trabajaba como periodista en el periódico "El universal". Ayer, junto a varias compañeras de la asociación, recogía en un expositor donaciones y medicamentos que enviarán a su país para paliar la delicada situación sanitaria por la que pasan sus compatriotas. "Queremos ayudar a integrase la gente que está llegando desde Venezuela", explica. El correo electrónico amigosdevenezuela@gmail. com es el contacto del colectivo venezolano.