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La ausencia de saneamiento genera insalubridad en Carreña de Cabrales

Un restaurador pedirá daños y perjuicios porque el vertido de aguas fecales al Casaño le obliga a cerrar el comedor

Francisco Aguilar. EMILIO G. CEA

Un hedor insoportable y una situación de insalubridad agravada por el intenso calor. El río Casaño a su paso por la Carreña de Cabrales deja una pestilente sorpresa. La ausencia de saneamiento hace que se viertan aguas fecales junto al restaurante Los Montañeros, para desesperación de su propietario, Francisco Aguilar. "No tenemos saneamiento y estamos pagando al Principado como si existiese", dice. El comedor exterior de su restaurante da al río y los olores de las aguas fecales estancadas ante la falta del caudal hacen que esté inutilizado.

"Los desagües están también atascados, en ocasiones la salida al río se colapsa y cada dos por tres tengo que desatascarlo con una azada", explica Aguilar, que regenta el restaurante desde comienzos de año. Los olores son tan fuertes que ha tenido incluso que mudarse. Acudió al Ayuntamiento en repetidas ocasiones. "Me dijeron que debe dar permiso para acometer los trabajos la Confederación, y que el problema ya tenía que estar solucionado, pero seguimos igual", señala. Medio Ambiente se personó en la zona hace dos meses y elaboró un informe. "Me aconsejaron que fuese contratando a un abogado para que pidiese daños y perjuicios pues esto iría para largo", asegura. El SEPRONA está al tanto de los vertidos. "Cuando estuvieron aquí los de Medio Ambiente alucinaron", rememora el madrileño, que pedirá daños y perjuicios. "Tengo el comedor cerrado en la parte de atrás y está todo lleno de moscas. "La pelota pasa de unos a otros pero nadie pone fin a este problema", pese a que la solución sería bien simple: alargar el desagüe y evitar que las aguas fecales se estanquen a la orilla cuando el caudal del arroyo que va al Casaño disminuya.

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