Nada mejor para celebrar un cumpleaños que tocando el piano. Así lo hizo ayer Pedro Rodríguez Hormilla, el "abuelo del Oriente", con sus recién estrenados 106 años a cuestas y una vitalidad envidiable. Ni corto ni perezoso, pasadas las 12 del mediodía, dado que la desapacible jornada no animaba a salir a pasear, buscó acomodo en el coqueto salón de su domicilio, en un edificio de la Avenida de Covadonga, esquina al parque municipal "José González-Tuñín", de Cangas de Onís, para ponerse delante de su piano -que le regalaron hace años sus hijos- para tocar un pasodoble: "Gallito", de Santiago López Gonzalo, dejando embelesados a todos aquellos que le escuchaban.

La familia le acompañó en tan señalada fecha: su esposa Regina, con la que lleva casado casi 63 años -los cumplirán a finales del próximo mes de octubre- y tres de sus cuatro hijos, Pedro, Blanca, y Guillermo, pues el otro hijo, Miguel, reside desde hace varias décadas en California (Estados Unidos).