"La próxima vez que vayan a una librería, pregunten lo que hay de producción literaria asturiana, que seguro que merece la pena". La recomendación es de Dani Álvarez Prendes, de la editorial Hoja de Lata, una de las once que ayer participaron en la primera "Fantabulosa Feria del Libro Itinerante", en Ribadesella.
Los libros conquistaron la plaza del Ayuntamiento y no estuvieron solos, sino arropados por una figura que suele quedarse entre bambalinas: el editor. Nueve de estos artífices de las letras participaron en el Foro Editorial Asturiano, un acto de presentación e intercambio que esbozó un panorama optimista y con nuevas voces.
Moderó Fernando Menéndez, escritor y representante del sello Malasangre, uno de los más jóvenes, con un año cumplido en julio y que busca en sus libros "que representen una singularidad". Esta actitud, más cercana a la artesanía que a la producción en serie -tanto de la escritura como de la edición- trascendió en la exposición de todos los participantes, unidos en algunos casos en el "Club de editores al margen", organizador de la feria en colaboración con la concejalía de Cultura y la asociación "Amigos de Ribadesella".
Los editores compartieron, además, una anécdota común, la sorpresa de cierto público al conocer su origen asturiano y dejar ver que "parece hecho en Madrid o en Barcelona". Álvarez Prendes invitó a mesa y público a "romper con los prejuicios y la autolimitación. Hacemos cultura desde Asturias, para Asturias, pero también para conquistar el resto del mundo". Editoriales como Satori, dedicada a Japón y de repercusión internacional, Gravitaciones, volcada en la poesía, y Uve Books, que trabaja con autores clásicos y contemporáneos y da gran importancia a la parte gráfica de sus libros, son sólo algunos de los ejemplos de lo que se está cocinando en la región. Pero no sin dificultades, algo que destacó Jorge Salvador, de Pez de Plata: "Publicamos autores feos, y no lo digo por el aspecto físico, sino por la difícil colocación en las librerías de la narrativa española contemporánea".
La primera "Fantabulosa Feria del Libro Itinerante" acomodó a los visitantes como si estuvieran en su casa o en su biblioteca. Hubo expositores con las publicaciones de cada editorial y también se mostró parte de la biblioteca del Casino riosellano. Las firmas de libros, los cuentacuentos y los conciertos completaron una jornada que ha llegado para dar que hablar y, sobre todo, que leer.
