La construcción del acceso a la vega de Las Mantegas, en el parque nacional de los Picos de Europa ha desatado una fuerte polémica entre el alcalde de Onís, el socialista José Manuel Abeledo, y los ganaderos por un lado, y la Consejería de Desarrollo Rural por otro. Si el regidor denunciaba el fin de semana que la pista era excesivamente estrecha, lo que impide el tránsito normal de vehículos agrícolas y pone en peligro a los usuarios, ayer la Consejera, María Jesús Álvarez, contestó: "todos eran conscientes, y el Ayuntamiento de Onís el primero, de que el acondicionamiento para permitir el acceso al parque nacional por la vega de Las Mantegas iba a ser el mínimo imprescindible para permitir pasar sin dar rodeo".

Los vecinos consideran que el acceso está ahora más peligroso antes, ya que en sitios donde antes había tres metros de anchura, hoy hay 2.20 metros, poniendo en peligro la integridad física de los conductores. El proyecto fue redactado por el Consorcio del Parque, por un importe cercano a los 58.000 euros. Entonces se acordó que el consistorio oniense aportaría los terrenos y el 90 por ciento del coste económico de las obras, que están siendo ejecutadas por la empresa pública Tragsa. El Parque pone el 10 por ciento restante. La escasa anchura y el hecho de que el camino acabe a 130 metros del potrero de Las Mantegas han puesto en pie de guerra a los lugareños que reclaman un acceso digno y seguro.