María Lorente Baez (Zaragoza, 1981) es la secretaria de la Asociación de Vecinos de La Piñera que nació el año pasado para poner en valor las bondades de este pueblo piloñés y que solicita con urgencia un refuerzo en la directiva para seguir fomentando actividades que mejoren la calidad de vida de sus habitantes.
- Nacieron hace un año ¿Con qué objetivo?
-Creemos que la unión hace la fuerza y que la constitución de la asociación permitiría ejercer presión para que las administraciones tuvieran en cuenta las peticiones de mejora del pueblo que les solicitamos. Todo surgió a raíz de que varios vecinos decidieran recuperar las fiestas de San Esteban.
- ¿Y da sus frutos el asociacionismo?
-Sí. Nos reunimos con representantes del Ayuntamiento de Piloña y conseguimos que a través del Plan "Joven Ocúpate" arreglaran las antiguas escuelas y nos cedieran los bajos como centro social. Allí celebramos un taller de memoria, pilates... También hemos puesto en marcha sextaferias y recuperamos fiestas como las de San Juan o Santa Bárbara. Lo que pasa es que necesitamos un refuerzo en la directiva para poder seguir sacando adelante estas y otras actividades porque ahora somos muy pocos.
- ¿Qué necesidades quedan por cubrir en La Piñera?
-El saneamiento es lo más urgente o la mejora del acceso al pueblo por la carretera N-634, un punto negro en el que va a ocurrir una desgracia. Una marquesina junto a la vía en dirección Oviedo- Arriondas tampoco viene mal porque hay muchas personas mayores que tienen que esperar a la intemperie para coger el transporte público.
- ¿Es un pueblo castigado por la despoblación?
-Al contrario, en los últimos años hemos experimentado un crecimiento. Cuando me mudé en 2011 a La Piñera no había críos y ahora están cuatro censados. Por eso reclamamos la adecuación de un parque infantil en la zona.
- ¿Qué recursos tiene La Piñera?
-La Piñera cuenta con una situación estratégica y un paisaje envidiable. Además hay recursos poco conocidos que estamos tratando de recuperar como la documentación de la mina que hubo detrás del Sotiellu para ver si se puede programar una ruta que pase por allí.
- ¿A qué retos se enfrentan?
-El reto es mantener las actividades que ya tenemos e ir ampliándolas. Como estamos representados en la mesa intersectorial de Piloña es posible que nos beneficiemos de cursos como de gimnasia de la tercera edad, risoterapia o cocina saludable que serían muy positivos. La idea es organizar en verano una salida de un día con todos los socios que colaboran pagando la cuota de 10 euros anuales; también impulsar charlas micológicas y de otro tipo en el centro social.
