Saber reaccionar en un momento de máxima emergencia para salvar vidas y concienciar para prevenir accidentes. Con un taller en el que se trabajaron estos conceptos en la jornada de ayer se clausuró en el colegio público de Nueva de Llanes el ciclo de Jornadas de Prevención de Riesgos Escolares (PRES) que durante los últimos meses se ha venido desarrollando en diferentes centros educativos de la geografía regional, organizado por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales.

Mantener la calma en un momento crítico y resolver una situación de riesgo gracias a la maniobra de Heimlich, llevar a cabo de manera correcta una reanimación cardiopulmonar (RCP) además de saber utilizar un extintor de manera segura, fueron algunas de las enseñanzas que, de manera muy amena y divertida, el bombero Mauricio Bogomak trasladó a una veintena de niños de los cursos de tercero, cuatro, quinto y sexto de Primaria del centro educativo de Nueva.

"Estamos convencidos de que este tipo de jornadas funcionan y son muy importantes", señalaron los docentes del colegio público nuevense. Carla Inés Canseco e Iker Platas Carrera, ambos de 9 años, mostraron su satisfacción por las enseñanzas recibidas. "Practicaré en casa junto a mi madre lo que nos han enseñado hoy", aseguró el chaval. "Me ha parecido todo muy interesante", añadió la chavala.

Mauricio Bogomak calificó de "altamente positivo" el balance de la primera edición de las jornadas, en la que han tomado parte 1.400 niños de toda Asturias y casi medio centenar de profesores. "Los niños son como esponjas. Lo más importante de todo es la didáctica preventiva. Todos los accidentes se pueden prevenir", manifestó el bombero. Bogomak recordó que en muchos países de Europa se cursan asignaturas para saber reaccionar en momentos de emergencia. "Con estas maniobras podéis salvar una vida", repitió hasta la saciedad el bombero, ante la atenta mirada de los niños.