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El cañón del Sella, listo para tronar

Los técnicos de Hunosa culminan en el Pozo Sotón la restauración de la pieza que marca la salida del Descenso en Arriondas

Herrajes del antiguo cañón del Sella. C. CORTE

El cañón del Sella que preside la plaza Venancio Pando de Arriondas está listo para dar la salida del 81º. Descenso Internacional del Sella el 5 de agosto. El técnico de Hunosa Mario García dio ayer por finalizada la restauración de la pieza de artillería tras dos meses y medio de intenso trabajo en el taller mecánico del Pozo Sotón, ubicado en el concejo de San Martín del Rey Aurelio.

Tras el "lifting", el cañón es apto para ser disparado, aunque con casi toda seguridad la pólvora no correrá en esta edición por su garganta para anunciar la cita deportiva que discurre entre Arriondas y Ribadesella: su uso requiere unos permisos del Ministerio de Defensa y Patrimonio Cultural, difíciles y lentos de gestionar, según explica el alcalde parragués, Emilio Manuel García Longo.

Lo más probable es que los guías mineros del Pozón Sotón hagan una simulación en el paseo de Dionisio de la Huerta de Arriondas, como ya ocurrió el año pasado, con motivo del 80º. aniversario de la Fiesta de Las Piraguas. A raíz de aquella colaboración, el consistorio llegó a un acuerdo con Hunosa para restaurar el cañón por completo.

La pieza se utilizó sólo seis veces para dar la salida a las piraguas junto al puente de Arriondas pues el 18 de julio de 1974 no aguantó la onda expansiva al ser disparada para anunciar las fiestas del Carmen en la villa y reventó en pedazos. Uno de los cascotes produjo un orificio en la fachada de una de las casas de la plaza Venancio Pando, sin que se registraran daños personales.

El restaurador de Hunosa, que ejerció de tornero, calderero, carpintero y hasta de pintor durante la rehabilitación, se mostró ayer satisfecho con el trabajo realizado. "Es un orgullo rehabilitar el cañón del Sella porque supone todo un símbolo para la región", dice emocionado. García es técnico especialista en máquinas y herramientas y aunque su plaza está en el pozo Nicolasa de Mieres este jefe de equipo no dudó en trasladarse al de Sotón para renovar la imagen de la histórica pieza de artillería. "Lo primero que hicimos fue deshacerla toda para ver qué se podía aprovechar pero venía en muy mal estado, sólo pudimos recuperar el tubo central de hierro y sus principales herrajes de sujeción", explica.

La madera, antaño de pino, fue sustituida por iroco a excepción de las ruedas, hechas con castaño. "Las ruedas fueron lo más complicado. Las hicimos nuevas porque las otras cuando llegaron casi ni se sujetaban. Partimos de una rolla maciza de más de 70 centímetros de diámetro y costó ajustar los bujes", relata este vecino de El Entrego. Fotos antiguas y de época le sirvieron como guía para recomponer el cañón, que mantiene sus proporciones originales. No obstante, García optó por introducir alguna novedad como diseñar una plataforma regulable con un sistema de elevación para poder ajustar y mejorar la puntería al disparar. Otra de las mejoras introducidas fue un tope colocado bajo el tubo central del cañón por su parte frontal para evitar que apalanque si algún insensato decide subirse en el cañón. La parte central de hierro, en la que aparecen impresos los aros olímpicos, fue pintada en negro forja y recubierta con un producto especial para protegerla de las inclemencias climáticas.

La previsión es de que el cañón sea conducido en un transporte especial a su ubicación original, junto al Ayuntamiento de Parres antes de que concluya la primera quincena de julio .

El cañón, de tonelada y media de peso, fue donado en agosto de 1968 a la villa de Arriondas por la Federación Española de Piragüismo por requerimiento de Juan Antonio Samaranch, que entonces presidía la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes y guardaba amistad con Dionisio de la Huerta, fundador del Descenso del Sella. La pieza fue adquirido en su día en un mercadillo y todas las hipótesis apuntan a que formó parte de las defensas costeras de Cartagena o Cádiz en el siglo XVIII.

En la víspera de la prueba deportiva que impulsa el Comité Organizador del Descenso del Sella (CODIS), la joya monumental de Arriondas se colocará en los aledaños del puente Emilio Llamedo para anunciar un año más el comienzo de la fiesta más "alegre, movida y galana" tal como rezan los versos de salida escritos por Dionisio.

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