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La playa de Santa Marina, mejor protegida

La reforma del edificio de salvamento ha duplicado el espacio de los socorristas, que avistan mejor la playa desde el tejado

Javier Villanueva y Ángel Paniceres, en la parte superior del puesto de salvamento de la playa de Santa Marina. P. M.

La vigilancia que tienen los socorristas desde el puesto de salvamento de la playa de Santa Marina se ha elevado este verano unos dos metros más de lo habitual. La reforma del edificio en el que trabaja el personal de salvamento ha permitido habilitar en el tejado una suerte de terraza, una torre de vigilancia que ocupa toda la superficie de la planta baja, desde la que los profesionales tienen una mejor vista de todo el arenal. Así lo explica Javier Villanueva Rosete, quien lleva ya cuatro temporadas en esta playa y está encantado con la obra que aprovechó el espacio que hasta ahora era del chiringuito más al oeste de Santa Marina. Ganamos el doble de espacio y por ejemplo podemos hacer más curas a la vez. El cambio ha sido espectacular", explicó este socorrista.

Las curas son la intervención más frecuente en Santa Marina, en especial por picaduras de pez escorpión y también por rozaduras en los pedreros. Hasta ahora podían atender a un máximo de dos personas a la vez y ahora podrán atender a cinco o seis. "También tenemos agua caliente, importante para quitar la inflamación", añade Villanueva, quien agradece vigilar desde arriba "con mucha más amplitud de miras. Abarcas toda la playa", añade.

En el puesto, por otra parte, se ha renovado el material sanitario y el material de rescate y todo ello está mejor almacenado y los socorristas tienen mejor acceso. Han incorporado, además, una moto de agua que está en el puerto (y que se suma a la embarcación de temporadas anteriores), cuentan con un quad en la playa y con un "anfibuggy" para que personas con discapacidad puedan darse un baño.

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