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Covadonga no debe tener zona azul si la Iglesia la rechaza, dice el alcalde cangués

José Manuel González apoya la restricción, pero opina que las medidas "deben ser consensuadas por todas las partes sin excepción"

Tráfico intenso en Covadonga en un día de verano. LNE

El Ayuntamiento de Cangas de Onís es partidario de implantar la zona azul en Covadonga para aliviar el problema de la falta de aparcamientos, una medida que también apoya el Principado, pero el alcalde cangués cree que cualquier decisión que se tome debe ser consensuada con la Iglesia, que rechaza la restricción del aparcamiento por "impopular".

El alcalde, José Manuel González Castro (PP) defiende que la iniciativa "no tiene afán recaudatorio" y que "únicamente busca favorecer la rotación de vehículos" en épocas de máxima afluencia de visitantes como el verano. Como ejemplo a seguir puso la zona azul que el próximo año comenzará a funcionar de forma experimental en el céntrico parking cangués de El Censu. Allí está previsto que los primeros treinta minutos sean gratuitos y después el coste sea por minuto de 0,01 céntimos, hasta un máximo de hora y media.

No obstante, González subraya que cualquier medida que se tome en Covadonga "debe ser consensuada por todas las partes (Ayuntamiento-Principado-Arzobispado) sin excepción". Y como a la Iglesia no le gusta la idea del aparcamiento de pago "todas las opciones están encima de la mesa. Tenemos que trabajar en equipo y dedicarle a Covadonga todo el esfuerzo y mimo que requiere", avanzó el regidor cangués.

Hay varias posibilidades para arañar más plazas de aparcamiento de cara a 2018, fecha en que confluyen en Covadonga efemérides como el centenario de la coronación canónica de la Santina. Entre ellas se baraja la construcción de un aparcamiento en altura detrás de la Escolanía o habilitar la abandonada finca de Les Llanes, propiedad del Principado.

Al director general de Infraestructuras y Transportes, José María Pertierra, también le seduce la idea de la zona azul junto al santuario, donde, según señaló, existen 154 plazas de parking, insuficientes para satisfacer las 12.000 visitas diarias que en época estival se acercan a Covadonga.

El problema de la falta de aparcamiento se vio recrudecido en los últimos tiempos con la apertura de un stand de venta de billetes a los Lagos en la rotonda de Covadonga, que hace que los visitantes aparquen en el santuario durante todo el día mientras visitan el enclave natural.

Por su parte, el presidente de la asociación de empresarios de la comarca (Incatur), Toño Sánchez, ve con buenos ojos el aparcamiento de pago en momentos concretos, como agosto. No obstante, Sánchez cree que esta medida "aliviaría pero no solucionaría del todo" el problema de colapso en Covadonga. A su juicio, la mejor opción sería fletar lanzaderas con precios económicos que cubran la ruta desde la estación de autobuses de Cangas de Onís a Covadonga, con parada en los parkings de Muñigu, El Bosque o El Repelao. "La gente que viene a pasar dos o tres horas a Covadonga no puede echar una en aparcar. Muchos visitantes son mayores o con problemas de movilidad", dijo.

En la actualidad, los autobuses ya paran en estos puntos cuando está en marcha el Plan de Transporte a los Lagos, pero el precio del billete es de ocho euros por persona. El Plan, que impide a vehículos privados el acceso al enclave, volverá a entrar en funcionamiento en el puente del 6 al 10 de diciembre. La carretera CO-4, en la actualidad con cortes diarios por obras, estará cerrada de 8.30 a 19 horas. El presidente de Incatur advierte de que "aún queda mucho por hacer en Covadonga, como mejorar la explanada, y 2018 ya está ahí, a la vuelta de la esquina".

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