La comunidad educativa del Instituto Rey Pelayo de Cangas de Onís apuesta por construir el futuro edificio escolar en el mismo lugar en el que se levanta el que ha de demolerse por sus graves daños estructurales. Si se aceptara esta opción, todo quedaría en manos de los pertinentes informes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, pues el lugar se sitúa a escasos metros del río Sella. La comunidad educativa no descarta otras alternativas.
La propuesta de construir el nuevo instituto en el mismo lugar que ocupa el edificio a demoler, conocido popularmente como Instituto Femenino, choca con la idea de la Consejería de Educación del Principado de Asturias, que prevé construir el nuevo centro educativo cangués en el patio del actual recinto educativo, situado entre las antiguas Escuelas Públicas Vázquez de Mella (ahora integradas en el instituto) y la denominada Casa del Conserje.
El viejo Instituto Femenino (posteriormente fue mixto), que data de los años sesenta del siglo pasado, quedó clausurado a la actividad en 2014, a causa de los graves daños estructurales que presenta su estructura. Los alumnos fueron trasladados a aulas portátiles, en las que reciben sus clases desde hace ya casi tres años (en un principio el Gobierno del Principado anunció que sería "solo" durante dos cursos).
El edificio a demoler, que presenta un estado lamentable, con múltiples desperfectos y una imagen de absoluto abandono, iba a ser demolido el segundo semestre de 2015, pero la obra aún no han comenzado. El inmueble tiene 2.900 metros cuadrados y presenta deficiencias estructurales en más del 80 por ciento.
En su día se anunció que la demolición se acometerá por partes, para separar la carpintería metálica, los suelos de hormigón y la madera, con el objetivo de darle otro uso al material, en la medida de lo posible. El Principado intentó sin éxito que la demolición fuera declarada "sostenible" para conseguir ayudas europeas.
