El recuerdo del recientemente fallecido Manolo Corces, "Manolo el de San Esteban", sigue más vivo que nunca. Decenas de compañeros del PSOE, amigos y familiares, le rindieron ayer un emotivo homenaje en un acto celebrado en la aldea a la que hizo famosa y puso en el mapa con su trabajo incansable, gracias a su nombramiento como primer "Pueblo ejemplar" de Asturias en 1990.

El homenaje, que arrancó más de una lágrima entre los presentes, se llevó a cabo en tres partes del pueblo que tantas veces recorrió de arriba abajo. Consistió en la colocación de una piedra en una bucólica fuente, la plantación de un castaño y el depósito de un ramo de rosas rojas junto al lugar donde se esparcieron sus cenizas. Estuvieron presentes representantes de todas las agrupaciones socialistas de la comarca, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y el secretario general de la Federación Socialista de Asturias (FSA), Adrián Barbón.

El que fuera alcalde de Peñamellera Alta y en la actualidad responsable de dinamización de agrupaciones locales de la FSA, Vidal Antón, fue el encargado de colocar la piedra sobre la fuente. Una tarea que el vecino más ilustre de San Esteban de Cuñaba había dejado a medias. "Se trata de un gesto que simboliza el trabajo que durante tanto tiempo hizo Manolo y que nunca olvidaremos", manifestó. Su espontaneidad y la manera en que se implicaba en todo lo que hacía fue destacado por Antón. "Cambió San Esteban. La transformación del pueblo ha sido increíble. Con voluntad y el compromiso que él impulsó, junto a otras personas que le acompañaron, logró para este lugar todo lo que soñó", señaló.

El secretario general de la FSA, Adrián Barbón, junto al propio Vidal Antón y al secretario general de la Agrupación Socialista de Peñamellera Baja, Bernardo Ibáñez Cuesta, plantaron el castaño. Sus palabras desprendieron reconocimiento y admiración hacía la figura de Corces. Tras varios gestos de cariño a la viuda, hermanos y familiares, aseguró que no están solos en el dolor. "Todos los socialistas estamos con vosotros", dijo Barbón.

En opinión del máximo responsable de los socialistas asturianos, era "un líder y una persona muy importante", para explicar que "un líder no es aquel que más veces sale en los medios de comunicación, es quien logra aglutinar a su alrededor a un colectivo humano para ir hacia adelante sin generar problemas y superando dificultades". Parafraseó a Jaime Izquierdo para afirmar que Corces "daba cuerda al pueblo para que no se parara" y le puso como ejemplo de lo que debe ser un socialista. Acabó su intervención manifestando que "su recuerdo estará presente en cada piedra del camino, en cada árbol plantado, en cada riachuelo, en los árboles, en las flores y en el sonido del viento".

La número dos del partido del puño y de la rosa a nivel nacional, Adriana Lastra, glosó, con enorme cariño, la figura de su compañero fallecido. "Viví con él muchas cosas. Agradezco a la familia su generosidad. Era una persona que se entregaba no solo a San Esteban de Cuñaba, sino al PSOE y a los ganaderos de la comarca. Donde había un problema allí estaba Manolo y eso restó muchas horas a su familia. Tenía una generosidad sin límites, una entregaba sin límites, y sufría sin límites", indicó. Aseguró que lo recordará siempre son una sonrisa. "Era una persona que mereció la pena conocer. San Esteban de Cuñaba y el Oriente no serían lo mismo sin gente como Manolo Corces", subrayó.

Las notas de la gaita del llanisco Manolín Vela, entonando el "Asturias, patria querida" junto al árbol donde fueron esparcidas las cenizas de Manolo Corces, pusieron el punto final al acto. Vela, junto a los demás integrantes del Grupo de Gaitas Principado, conocía muy bien a Corces y todo lo que representaba para esta localidad y para Peñamellera. "Me quedo sobre todo con su bondad y el amor que tenía por la tierra que le vio nacer. Ayudaba a todo el que podía. Fue una persona única", decía mientras recogía la gaita que, en tantas y tantas ocasiones, tocó en presencia de "Manolo el de San Esteban".