Tres vecinos de la localidad llanisca de Nueva trabajan desde hace unos 20 días en la limpieza de la riega, una construcción que, a modo de cauce, canaliza el agua que llega al pueblo procedente de las lluvias y los montes cercanos hasta el río.

Esta estructura, que se construyó en el año 2001, pertenece a la Confederación Hidrográfica del Norte, pero, como cuenta el alcalde de barrio y uno de los vecinos que está realizando los trabajos, Lucio Carriles, "lleva sin limpiarse desde que se hizo". Así, con el consentimiento del Ayuntamiento, se han marcado como objetivo limpiar los 200 metros que están en peores condiciones, ya que la acumulación de hierba y, sobre todo, tierra hace que la riega no pueda cumplir con su propósito. "Si estuviera limpia, es lo bastante ancha y profunda como para que no haya problemas, pero al estar así, durante los últimos temporales estuvo a punto de desbordarse, puede ser peligroso", comenta Carriles. De hecho, hay puntos de la construcción en los que incluso han llegado a acumularse "50 centímetros de tierra". Con lo que llevan limpiado, calculan que aún les queda, al menos, 15 días más de trabajo y creen que van a sacar "unos 20 contenedores de desperdicios" en total.

Además, no solo están preocupados por el riesgo de desbordamientos, sino que también explican que, por su estado, tienen miedo de que pueda convertirse en "un basurero" o que proliferen animales como las ratas.

Por eso, estos tres vecinos trabajan para acondicionar el tramo de la riega que se encuentra en peores condiciones, si bien son conscientes de que su trabajo necesitaría complementarse con labores de limpieza periódicas. "Yo calculo que limpiándolo una vez cada tres años sería suficiente", opina Carriles. Además, considera que la solución para que no creciera tanta maleza en la estructura pasaría por "rejuntear con hormigón entre piedra y piedra, así, sin tierra, habría menos hierba".

Con su trabajo, estos tres vecinos esperan dejar la riega a punto de cara al próximo otoño, cuando las lluvias vuelvan a hacer acto de presencia con fuerza en el concejo, y así disminuir el riesgo de que haya inundaciones en la localidad facilitando la canalización del agua hasta desembocar en el río.