C. MATEO

José Antonio Fernández Iglesias, «Toni», siente, a sus 69 años, pasión por dos tipos de joyas: las de su negocio, la joyería, y las palomas. Aficionado a la colombofilia desde niño, es vicepresidente de la Federación Nacional de Colombofilia y un gran defensor del colombódromo que se construirá en el Asturcón.

-¿Cómo surge su interés por las palomas?

-Mi abuelo tenía palomas en la finca de Tartiere, en la calle González del Valle. Recuerdo aquel gran palomar donde las preparaba. Después me tocó a mí el turno y nunca he dejado esta afición. Hay países en los que se juegan verdaderas fortunas en palomas mensajeras.

-¿Cuánto puede costar una paloma campeona?

-Lo más que he visto pagar por una fueron dieciséis millones de pesetas. En la suelta de Barcelona, en la que participan palomas de varios países, la que gana puede llegar a costar en torno a los doce millones de pesetas y siempre las compran los japoneses y los chinos, que tienen una gran afición.

-¿Cuándo nace la Sociedad Colombófila de Oviedo?

-En 1926, somos la sociedad deportiva más antigua de Oviedo.

-¿Qué debe tener un aficionado a la colombofilia?

-Es un mundo apasionante que ha sacado a muchos jóvenes del mal camino. Es algo que engancha desde el primer momento.

-¿Cómo se prepara una paloma campeona?

-La paloma nace, lo hace con un instinto de orientación innato. A partir de los tres meses las volamos por encima del palomar y con seis o siete se comienza con la competición de pichonas y entrenamientos desde Pola de Lena, Pajares y hasta Salamanca.

-¿Cuánto puede recorrer una paloma al día?

-He ido a sueltas en el Puerto de Santa María, en Cádiz, y en el mismo día las palomas regresan a casa, aquí a Oviedo.

-¿Suelen volver todas?

-Se pierden algunas por la climatología, otras son devoradas por los halcones o mueren por los cables de la luz. En los últimos años se ha comprobado que los móviles desorientan no sólo a las abejas también a las palomas mensajeras. Estos animales se guían por ondas magnéticas de la tierra y las de los móviles interfieren en su trayectoria. En Canarias, por ejemplo, cuando hay mucha profundidad marina no les llegan las señales con tanta nitidez.

-¿Qué ha de tener una buena paloma mensajera?

-El que regrese, y cuanto antes mejor.

-¿Es necesario el colombódromo proyectado en el centro ecuestre del Asturcón?

-Mucho. Es una instalación que nada tiene que ver con un palomar, hablamos de un equipamiento de competición con capacidad para más de 700 palomas y que recibirá, por ejemplo, la visita de colegios. Además se incrementará el número de aficionados porque hay mucha gente que vive en la ciudad y no puede tener palomas. Competiremos también con las ciudades hermanadas con Oviedo.