El Ayuntamiento de Oviedo ha cumplido su amenaza y ha cerrado el primero de los seis locales de copas de la ciudad que acumulan denuncias por incumplimiento reiterado de la normativa en materia de horarios y ruido. El primero de la lista, al que se le ha retirado de forma definitiva la licencia de bar es el Montecito de Las Vegas, en el número 18 de la calle Joaquina Bobela, en Pumarín. El propietario del negocio tiene siete días para desalojar el local, que, una vez cumplido este plazo, será precintado.

El Montecito de Las Vegas no ha sido cerrado por un motivo concreto, sino por un largo y amplio historial de denuncias, sanciones e infracciones. En junio de 2007 se le retiró definitivamente la licencia de música amplificada y por tres meses la de bar. Una inspección municipal, el pasado 17 de marzo, a las diez y media de la mañana, constató que el local seguía funcionando con música amplificada, actividad para la que no tenía licencia. «Se está haciendo un uso abusivo de la licencia de bar ya que, amparándose en ella, se ejerce actividad musical en el ámbito de una licencia que no ampara la instalación de equipos de música o similares focos de emisión sonora», recoge el informe. Además, el local también incumplía la normativa al ejercer la actividad musical en una franja horaria expresamente prohibida por la legislación autonómica. El expediente también señala que el local carece de cuatro certificados de manipulación de alimentos, y subraya las «deficiencias en los aseos». El Montecito de Las Vegas había sido denunciado en varias ocasiones desde hace dos años por la comunidad de propietarios del edificio cuyo bajo ocupa y por la Asociación de Ciudadanos Afectados por la Movida.

El cierre de este local es la primera consecuencia del plan «tolerancia cero» que desarrollan las concejalías de Licencias y Seguridad Ciudadana. Por un lado, este mismo mes se reformará el reglamento que regula las licencias de los bares con un triple objetivo: lograr el cierre de los locales que incumplen la norma legal; que no vuelvan a abrir como local de hostelería e impedir que el establecimiento tenga dos licencias, de bar de música amplificada y de cafetería. A esta reforma se suma un plan de la Policía Nacional y la Policía Local, que someten a inspecciones y vigilancia los locales bajo sospecha desde hace dos fines de semana.

Como añadido, la salida de estos establecimientos suele ser caldo de reyertas, provocando problemas en la vía pública y molestias a los vecinos. El último conflicto se registró esta Semana Santa en la misma calle donde acaban de cerrar el Montecito de Las Vegas. En la pelea participó un grupo de diez ciudadanos latinoamericanos y se saldó con un herido por arma blanca.

El concejal responsable de la concesión de licencias en el Ayuntamiento de Oviedo, Alberto Mortera, ha firmado el cierre del Montecito de Las Vegas. Una actuación que valoró ayer de forma positiva: «Es el primer supuesto del plan de tolerancia cero para retirar la licencia a los locales infractores. Son sólo cinco o seis en toda la ciudad. Y el cierre beneficia al resto de negocios de hostelería en Oviedo, un sector brillante que no tiene por qué ver empañada su actividad por un puñado de bares pirata», dijo.

Los establecimientos que están siendo investigados, haciendo uso de la picaresca, se las apañan para permanecer abiertos de forma casi ininterrumpida durante todo el fin de semana. El procedimiento es el siguiente: Abren hasta las cinco y media de la madrugada como bares musicales, echan el cierre y, media hora después, a las seis, vuelven a abrir, esta vez en virtud de una licencia convencional de cafetería. La realidad es que la actividad, la música y la clientela son las mismas a las cinco que a las seis.