M. PÉREZ

Oviedo homenajeó ayer al histórico tenor Alfredo Kraus con un soberbio recital en el décimo aniversario de su muerte. El auditorio Príncipe Felipe fue el escenario elegido por la Asociación Lírica Asturiana Alfredo Kraus para el concierto, al que asistieron numerosos discípulos del tenor, e incluso familiares. Además, el recital, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, tiene un carácter benéfico: dedicará la totalidad de la recaudación a la Cocina Económica de Oviedo.

A pesar de las bajas de última hora, por la gripe estacional -no estuvieron María José Moreno, Miguel Ángel Zapater ni Pedro Lavirgen, este último compañero de Alfredo Kraus-, el concierto contó con una importante nómina de voces asturianas, como Lola Casariego, Elena Pérez-Herrero, Yolanda Montoussé o Aurelio Gabaldón, entre otros. Los cantantes estuvieron acompañados por la orquesta «Oviedo Filarmonía» y por la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo», dirigida por Elena Herrera.

En la primera parte del concierto se interpretaron obras tan conocidas como «Tacea la notte plácida», de «El trovador», de Verdi; «Caro nome...», de «Rigoletto», de Verdi; «Va! laisse couler mes larmes!», de «Werther», de Massenet, o la obertura de «La forza del destino», también de Verdi.

En la segunda parte del concierto, que comenzó a las ocho de la tarde en el Auditorio, se escucharon el intermezzo del «Edgar» de Puccini; el intermezzo de «Cavalleria rusticana» de Mascagni; «Tornami a dir», de «Don Pasquale» de Donizetti; «Aquí está quien lo tiene to...» de «La alegría del batallón», de Serrano; «Cállate, corazón», de Luisa Fernanda, de M. Torroba; «Dúo de las flores», de «Lakmé» de Delibes, y «Va pensiero...», de «Nabuco», de Giuseppe Verdi.

El de ayer constituyó el séptimo concierto homenaje a Alfredo Kraus organizado por la Asociación Lírica Asturiana que toma su nombre del conocido tenor.