Elena FERNÁNDEZ-PELLO

El futuro de la extensa finca que rodea la Fábrica de Armas de La Vega, con sus chalés, su capilla y las naves industriales en desuso, es menos incierto tras la cesión de uno de los pintorescos edificios de la avenida de Torrelavega a la asociación Aprendemos Asturias, constituida por familias y terapeutas, y volcada desde hace años en la atención a niños autistas. La directora general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Mónica Meller, que ayer visitó Oviedo para formalizar el traspaso, manifestó su interés por recuperar el patrimonio de La Vega y es partidaria de hacerlo a través de usos con fines sociales, como en este caso.

El chalé cedido a Aprendemos Asturias acogerá un centro de atención integral a niños autistas. Se trata de la casa que se levanta en la esquina en la que confluyen la Tenderina y Adelantado de la Florida, frente al Campo de los Patos, de 600 metros cuadrados de superficie y 400 de jardín. El Ministerio de Defensa cede su uso por quince años, con la posibilidad de prorrogar ese plazo.

El presidente de Aprendemos Asturias, José Otero, tiene previsto iniciar los trámites para obtener permisos y licencias una vez pasado el verano. El proyecto de rehabilitación de su futura sede, firmado por el arquitecto Mariano Zapico Álvarez-Cascos, ya está listo, se estima que su ejecución requerirá unos siete meses y que tendrá un coste de 300.000 euros. En su financiación colaborarán diversas instituciones; entre ellas José Otero cita a la Federación Asturiana de la Construcción, cuyo presidente, Serafín Abilio Martínez, lleva ya tiempo comprometido en esta iniciativa, y ayer, junto al delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, asistió a la firma de la cesión. La apertura del centro hará de Asturias, según Otero, «una comunidad puntera» en el tratamiento del autismo.