E. F.-P.

José María Fernández del Viso presidió durante diez años la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo. Llegó de la mano de Gabino de Lorenzo, en 1991, y permaneció al frente hasta que el mismo Alcalde la clausuró, en 2001. «Yo siempre fui un defensor acérrimo de la Fundación, acabar con ella fue un error. No sé qué razones tuvo el Alcalde», mantiene.

Fernández del Viso cuenta que la Fundación trabajaba con seriedad y eficacia desde los tiempos de Antonio Masip, con profesionales de la talla de Miguel Munárriz, que se ocupaba de las actividades literarias, o Javier Luengos, que organizaba los ciclos de cine. En la junta de gobierno, comenta, había representantes de la sociedad civil, como Juan Benito Argüelles. «Funcionaba muy bien, hasta que el Alcalde decidió que desapareciese», asegura.

El que fue concejal del PP sostiene que gestionar la cultura a través de una fundación es «más eficaz» y mucho menos costoso. Con un presupuesto de mil quinientos millones de pesetas (unos nueve millones de euros), Oviedo llenó 108 páginas de actividades en la memoria de la Fundación de Cultura de 1998, incluida una amplia programación estival -conciertos en los claustros de la Universidad y la Catedral, y teatro en el Fontán-. «Oviedo era la ciudad más visitada de Asturias en verano, y eso sin tener playa», afirma Fernández del Viso. La visita del Centro Dramático Nacional o José Saramago; el premio «Tigre Juan», con Emilio Alarcos presidiendo el jurado, y la ampliación de la red municipal de bibliotecas son atribuibles a la Fundación, destaca su último presidente. «Hizo realidad el compromiso de Gabino de Lorenzo en su programa electoral de 1991: convertir Oviedo en una capital cultural», opina Fernández del Viso.