Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Renovación y atención a los socios son las banderas que enarbola el aspirante a la presidencia del Centro Asturiano de Oviedo Alberto Sanz Llaneza, que ayer, en la sede social de Uría, presentó sus propuestas y a los miembros de su candidatura. «El programa lo han hecho los socios», indicó Sanz antes de desgranarlo. Luego lanzó su lema electoral -«Sabemos escuchar, es hora de renovar»- y anunció que él y su equipo están «preparados para tomar las riendas del Centro Asturiano a partir del 18 de diciembre». «Queremos un cambio de aires», declaró.

Sanz evitó alusiones directas a la candidatura rival, que encabeza el actual presidente, Alfredo Canteli, y eso a pesar de las duras acusaciones que éste le dedicó la semana pasada, en su presentación, acusándolo de mentir y cuestionando incluso su valía profesional. Ayer Alberto Sanz se concentró en sus propias propuestas y sintetizó su programa en «doce compromisos prioritarios con los socios del Centro Asturiano».

Uno de ellos es la reforma de sus estatutos, para restringir el número de mandatos del presidente. «Ocho años, en el siglo XXI, son más que suficientes para llevar a cabo cualquier cambio», en su opinión. También se propone introducir en la próxima convocatoria electoral la posibilidad de votar por correo y hacerlo en las dos sedes del Centro Asturiano -en Uría y Ules.

La congelación de las cuotas mensuales de los socios es una de las ofertas de Sanz, así como su reducción para los mayores de 60 años. «No necesariamente hay que aplicar a final de año la subida del IPC (índice de precios al consumo)», señaló, pero la concreción de esa medida, dijo, queda pendiente de la auditoría de 2011: «Hasta que no se haga no sabremos si procede una reducción de cuotas o no». Afirma desconocer el estado de las cuentas del Centro Asturiano y, en ese sentido, se comprometió a «realizar un informe económico eficiente y transparente y publicarlo en su página web».

Alberto Sanz, que se presenta como árbitro de tenis y ocupado en la compraventa de acciones, está casado y tiene dos hijos. Ayer, a su derecha, sentó a Concepción Heres, nieta de la benefactora que donó los terrenos en que se asienta el club del Naranco.

En su programa, Sanz ha incluido «obras pequeñas que los socios demandan»: mejoras en las instalaciones de electricidad y agua, renovación de los vestuarios o el asfaltado de la zona de juegos con un material que suavice las caídas. La climatización de las piscinas exteriores es la obra de mayor calado.

Sanz quiere mejorar las comunicaciones del Centro Asturiano, incrementar la frecuencia de los servicios públicos de transporte o, incluso, comprar un autobús para uso de los socios. «Tenemos una bolera sin actividad, que costó mucho», hizo notar, y él se propone hacerlo creando una escuela de bolos. Potenciar la competitividad de los equipos deportivos y ofrecer profesores de apoyo para que los niños aprovechen los tiempos de espera entre los entrenamientos son otras apuestas del candidato, así como el incremento de las relaciones con otros centros asturianos y la firma de convenios con clubes e instituciones para disponer de más recursos y servicios.