Ch. NEIRA

El Juzgado de primera instancia número 10 de Oviedo, cuyo titular es el magistrado Pablo Martínez Hombre, verá cómo se enfrentan a mediados del próximo mes los gestores del Palacio de Congresos de Buenavista y el hombre que lo diseñó, Santiago Calatrava.

El arquitecto valenciano denunció a los responsables del proyecto, promotores de la obra y gestores del complejo en la actualidad, por impago de una parte de sus honorarios, aunque parece que es en concreto la empresa constructora, Fiaga, y no Jovellanos XXI, la que ha sido demandada por Calatrava. La sociedad que gestiona el palacio ha planteado una contrademanda por los defectos constructivos del recinto, que por ahora le han supuesto a la sociedad, al menos, 1,3 millones de euros.

Ésta es la cantidad que la junta de gobierno ordenó ejecutar de la fianza depositada por Jovellanos XXI, cuantificando así en esos 1,3 millones los defectos constructivos apreciados en el Palacio de Calatrava. Jovellanos XXI no pudo, así, recuperar los siete millones en avales e inició un nuevo proceso contra el Ayuntamiento al no estar conforme con la tasación de los defectos en la obra. El gran problema es la visera del edificio, concebida como un elemento móvil y que debía mover un complejo sistema hidráulico instalado en el edificio. Las costillas de la cubierta, sin embargo, nunca pudieron engancharse al mecanismo porque las soldaduras empezaron a romperse al intentar armar la visera. Aunque en su día se señaló a las empresas encargadas de hacer aquella parte del trabajo como responsables del problema, las primeras resoluciones judiciales sobre el problema de la visera han señalado que se trata de un defecto de diseño; que tal como fue diseñada por Santiago Calatrava, esa cubierta nunca podría montarse con seguridad.

Es de suponer que Jovellanos XXI, o, en su defecto, Fiaga aprovechen ahora estas apreciaciones contra el arquitecto valenciano en este nuevo juicio. La prueba del daño que los defectos de construcción están causando al proyecto del Palacio es que todavía ahora, cuando están a punto de cumplirse dos años desde su puesta en funcionamiento, el seis de mayo de 2011, la obra no ha sido recepcionada de forma definitiva por parte del Ayuntamiento de Oviedo, precisamente por el problema de la visera de esa fianza de 1,3 millones de euros incautada a los gestores.

Mayo será un mes complicado para los intereses de Jovellanos XXI y para el futuro del Palacio de Congresos de Buenavista. Unos días después de que comience el juicio con Santiago Calatrava, está previsto que se celebre la junta de acreedores, el 17 de mayo, dentro del concurso en el que Jovellanos XXI se halla está inmersa. En ese momento se sabrá si finalmente la sociedad tiene que liquidar definitivamente sus bienes o si se logra un convenio para el pago de la deuda.

La deuda de Jovellanos XXI, que asciende a 90 millones de euros, se concentra fundamentalmente con los bancos, aunque también con alguna contrata, como es el caso de la empresa de instalaciones eléctricas Ipezsa. El Ayuntamiento también se ha sumado al concurso como parte interesada por la gestión del Palacio de Congresos.