Si fuera un jamón, sería pata negra. Así que el precio que alcanza la castaña valduna en el mercado es bastante superior al de las variedades más comunes. A cinco euros el kilo se vendían ayer en la feria anual que Las Regueras dedica a este manjar autóctono. El resto, las que no son valdunas, se podían adquirir por 2,5 euros: la mitad. A pesar del mal tiempo, el mercado aguantó el tipo y hubo ambiente durante toda la mañana.

Hasta tres tipos de castaña vendía ayer en la feria Miguel Ángel Díaz, de San Pedro de Nora, todo un experto en el producto. "Mira, mira como brilla si la frotas. Le sale una veta roja, es una valduna auténtica", explica. Al lado del lote especial, ofertaba también, a 4,5 euros, castañas de muy buena calidad, aunque no de raza valduna. Por último, a 2,5 euros, ofrecía también castaña chamberga, mucho más pequeña y menos dulce, aunque también tiene su público.

Desde Olivares, en Oviedo, se desplazó a la feria, con castañas y todo el excedente de su huerta ecológica. "Cultivo para mí, para consumo propio, y en los mercados vendo el excedente", cuenta. "La feria de la castaña valduna siempre trae mucha gente y hay venta, aunque aún es pronto para hacer balance", explicaba ayer al mediodía.

Unos venden las castañas para que cada uno las cocine como quiera y otros las entregan ya cocinadas. Es el caso de Julio Navas, el propietario de un catering en la localidad reguerana de Grandas, que llevó a su puesto en el mercado pote con castañas. "Está buenísimo. Lleva todos los ingredientes habituales de un pote, y se incorpora la castaña que le da un toque especial", comenta.

Pero no sólo de castañas se nutre el XV Certamen y exposición de la valduna. Entre los cerca de sesenta expositores, había también numerosos artículos de artesanía. El mercado prosigue hoy, con la entrega de los premios de los lotes de castañas, que ya se están evaluando, y de los platos elaborados con este manjar.