Alrededor de media docena de pacientes abrieron ayer el flujo de enfermos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) al Hospital Monte Naranco de Oviedo a causa de la saturación que sufre el complejo sanitario de La Cadellada, propiciada por la epidemia de gripe. El Monte Naranco ha habilitado una planta con veinte camas. Ayer fue estrenada con el objetivo de "afrontar los próximos días, que serán más rigurosos", señaló un portavoz del HUCA. Las autoridades sanitarias manejan la hipótesis de que en un futuro inmediato "se disparen los ingresos", pese a lo cual prevé "mantener el nivel asistencial y el ritmo de actividad en los quirófanos".

Ayer mismo, la Consejería de Sanidad vaticinó que la epidemia de gripe continuará aumentando en las próximas tres o cuatro semanas. "Pese a las dificultades, no hay colapso ni falta de atención", indicó el citado portavoz del Hospital Central. Por si tuviera pocos problemas con la sobreocupación, el HUCA sufrió en la tarde de ayer una caída del sistema informático Millennium. "Duró un cuarto de hora y no tuvo ninguna repercusión grave sobre los pacientes", afirmaron las fuentes del complejo sanitario.

Los enfermos derivados por el Hospital Central al Monte Naranco se ajustan, principalmente, al perfil de persona mayor a la que la gripe le descompensa alguna de las enfermedades de base que padece, de modo que requiere cuidados sanitarios, pero no una asistencia que implique el uso de tecnología de vanguardia.

El Sindicato de Enfermería Satse-Asturias difundió ayer un comunicado en el que realiza un repaso de la situación de los hospitales asturianos. El panorama que dibuja es el siguiente modo:

HUCA: "Con derivaciones al Hospital Monte Naranco, mantiene entre tres y cuatro camas supletorias por unidad, con el hospital prácticamente al 100 por ciento de capacidad y una alta actividad en urgencias".

Cabueñes (Gijón): "Aún tienen 48 camas supletorias, y en urgencias mantienen una media diaria cercana a los 300 pacientes desde el pasado 14 de enero".

San Agustín (Avilés): "La ocupación es del 90 por ciento, con la totalidad del hospital operativo y pocas sustituciones, coberturas de bajas y contratos para una plantilla enfermera ya escasa en situaciones normales".

Álvarez-Buylla (Mieres): "La ocupación supera el 90 por ciento, incluida la planta que llevaba cerrada desde el verano y que ha sido abierta recientemente sin que se haya contratado personal para ello".

Valle del Nalón (Riaño): "La ocupación es cercana al 100 por ciento, con la actividad en urgencias complicada a causa de los pacientes que esperan ingreso".