Los profesionales sanitarios del futuro, los que ahora comienzan su formación en Asturias, ven con total naturalidad la posibilidad de trabajar fuera de España, al menos durante una temporada. Para algunos, incluso resulta deseable. Al menos, ésa es la impresión que se desprende de las declaraciones recogidas ayer por este periódico en el acto de recepción a los 166 residentes que en los próximos días iniciarán su especialización en los centros dependientes del Servicio de Salud del Principado (Sespa). El evento se desarrolló en el salón de actos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

"A lo mejor tengo que irme. Me veo trabajando fuera de España, sin traumas, quizá en un sitio de habla inglesa, pero no tengo ninguna preferencia especial", explica la gijonesa Carmen Carriles Fernández, licenciada en farmacia por la Universidad de Salamanca, que se dispone a realizar la especialidad de farmacia hospitalaria -cuatro años- en el complejo sanitario ovetense. "En un hospital te forman como farmacéutico en un ámbito general. Ves pacientes, estás en un ambiente con médicos", destaca esta joven.

Los residentes que comienzan su andadura son 120 licenciados en medicina, uno en biología, otro en química y uno más en física; treinta y un enfermeros, siete farmacéuticos y cinco psicólogos. Eduardo Guerra Garrido va a especializarse en enfermería familiar y comunitaria. Natural de Gamonal (Toledo), ha elegido el centro de salud del Coto (Gijón). Ya ejerció dos años como enfermero generalista y decidió que quería "adquirír más competencias". No conocía la región, pero eligió el Principado porque la sanidad asturiana "tiene fama de estar bien organizada". Subraya que le gustaría irse "un tiempo" a trabajar al extranjero: "Puede aportarme mucho. En cuestión de enfermería, los países nórdicos son los que están a la cabeza".

Paola Rueda Mejía ya ha tenido que realizar un largo viaje para llegar a Asturias. Colombiana, concluyó la carrera de medicina en su país, en el año 2008, y ahora se especializará en radiodiagnóstico en el HUCA. Ha cruzado el Atlántico "por varias razones", entre ellas la dotación de tecnología de aquí, que "es muy importante para mi especialidad". ¿Futuro? "Me gustaría quedarme en Europa, no sé si en España, eso depende también de las oportunidades que se me presenten. En realidad, no tengo preferencias".

Gabriel García Álvarez es avilesino y se siente atraído por lo que ha venido a denominarse "modelo Avilés" de salud mental, que apuesta por dar prioridad a la atención en el entorno del propio enfermo y evitar los ingresos. Se especializará en psiquiatría en el Hospital San Agustín, de Avilés. "Me parece preferible todo lo que signifique facilitar el acceso de la sociedad a la asistencia sanitaria y minimice el estigma", indica. Agrega que desearía "ejercer en España, pero si hace falta habrá que marcharse".

En los folletos del acto de recepción estaba anunciada la intervención del consejero de Sanidad, Faustino Blanco, pero finalmente la máxima representación institucional recayó en Mario Margolles, director general de Planificación, Ordenación e Innovación Sanitaria. Margolles dio a su discurso un contenido fuertemente político, que sorprendió a algunos de los presentes por la inminencia de las elecciones autonómicas y municipales del próximo domingo. En su alocución, criticó los recortes sanitarios aplicados en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy, y comparó la densidad de hospitales de Asturias con la de Castilla y León, donde hay pacientes que "para recibir diálisis tienen que recorrer 150 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta".