La aparición "por sorpresa" de un papel que se creía inexistente dio ayer un giro radical al "multagate", que es como ya se conoce a la investigación sobre la retirada del coche de Ana Taboada (Somos), que lo sacó del depósito de la grúa sin pagar ni multa (unos 200 euros) ni arrastre (84).

El papel apareció de repente envuelto en un halo de misterio sobre la mesa del despacho del concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE), en un momento en que el edil se encontraba fuera, sobre las doce de la mañana del pasado lunes cuatro de enero, el primer día hábil del año. Al advertirlo, Fernández no dio crédito a lo que vio. Era una fotocopia del boletín de denuncia que daba cuenta de la infracción que había motivado la retirada del coche de la vicealcaldesa: aparcar el vehículo en una zona reservada sin la autorización correspondiente a la vista. Esa denuncia no debía estar allí. Esa denuncia no existía. Así lo había hecho constar la Policía Local en sus informes, en los que aseguraba que había sido destruida "por criterios de economía procesal". Pero no. Alguien la conservó y la plantó sin avisar, nadie sabe cómo, en la mesa del concejal de Seguridad.

El misterioso boletín estaba firmado por el agente que procedió a su elaboración, que ayer reconoció su letra y su autoría. Al descubrir el papel, Ricardo Fernández se lo dijo al Alcalde, Wenceslao López, y se tomó unos días para reflexionar. Concretamente siete, los suficientes para advertir de la necesidad de crear un protocolo para garantizar la conservación de los papeles que no sean digitalizados. Y eso hará el gobierno en los próximos días.

Fernández sabía que ese papel echaba por tierra la versión de la Policía, que siempre había mantenido que Taboada había podido sacar su coche de la grúa sin pagar nada porque se le había retirado por "motivos de seguridad" al ver una ventanilla bajada. Y que el boletín de denuncia se había roto porque estaba incompleto, pues cuando el agente lo estaba rellenando vio la ventanilla bajada y se detuvo, dejándolo a la mitad. Y los boletines a la mitad se destruyen, sostenía la Policía.

Pero no. El boletín que se encontró el edil estaba completo. Detallado. Apareció cinco días después de que se supiera que el gobierno local había admitido las comparecencias en comisión del Jefe de la Policía, José Manuel López, y de otros cuatro funcionarios implicados en el proceso. Todos ellos debían dar explicaciones ante la insistencia de Ciudadanos, siempre escéptico con la versión oficial, el grupo que más ha buscado aclararlo todo.

Y como las comparecencias tuvieron lugar ayer en el Ayuntamiento, un día antes, el martes, Fernández comunicó al Jefe de la Policía y a Ana Taboada la existencia del boletín. No se lo esperaban. Nadie se lo esperaba.

Las explicaciones de los policías en comisión revelaron más detalles. Según diversas fuentes presentes, consultadas por este diario, el jefe de la grúa admitió que él había destruido el boletín y que lo había hecho el mismo el día de los hechos (27 de agosto) mandándolo a la trituradora. Y dijo también que ese día estaba de vacaciones, pero que las interrumpió porque le reclamaron para que fuera. Y fue. Y lo destruyó.

Así que, como ese papel no debería existir, José Manuel López negó que conociera su existencia hasta el martes. Y después afirmó que, con posterioridad, el expediente completo del caso había estado unos días desaparecido y que por eso había encargado una investigación a la policía judicial. Alguien podría haber robado durante ese periodo algo de la carpeta, incluso también el boletín que, según el jefe de la grúa, ya había sido destruido.

Taboada se defendió ayer dudando de la "autenticidad" del boletín aparecido y volviendo a insistir en que ella disponía de autorización para aparcar allí. "No he cometido infracción alguna. Me presenté en la grúa como una ciudadana cualquiera y el tema no da para más", dijo. Ricardo Fernández aseguró que "se va a hacer todo lo necesario para esclarecer los hechos y aclarar los puntos que pueden dar lugar a suspicacias". De IU, Cristina Pontón afirmó que "nosotros somos los primeros interesados en saber cómo ha sido todo" y matizó que "se está actuando con transparencia para aclarar las cosas". Gerardo Antuña, del PP, se limitó a decir que tras la cita "ha quedado claro que hay contradicciones entre lo que dice el gobierno y los funcionarios". El más duro fue Luis Zaragoza, de Ciudadanos: "Estamos ante una situación irregular que tiene por finalidad dar un trato de favor a un miembro del gobierno municipal". El misterioso papel, por entonces, ya lo había cambiado todo.