El municipio está preparando la documentación necesaria para reabrir el expediente de liquidación del contrato que mantiene con la empresa que iba a promover la construcción de un spa en la falda del Naranco (Prados de la Fuente). En paralelo, el Ayuntamiento reconoció ante la juez Pilar Martínez Ceyanes que había dejado, tal y como se refleja en el escrito remitido al juzgado, "definitivamente sin efecto una hipotética decisión de demolición". La magistrada estudia la demanda presentada por la empresa del spa -Naranco Wellness, en fase de liquidación-, en la que reclama al municipio 3.288.950,68 euros por la obra ejecutada.

No obstante, la intención última del tripartito es la de llevar a cabo la demolición para construir un polideportivo y una piscina en cuanto se aclare la problemática judicial que rodea al fallido spa que iba a construir y gestionar Naranco Wellness. Por eso, y tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, el tripartito ha incluido en el presupuesto de este año una partida de 555.000 euros para la demolición de la obra ejecutada -en su momento se iba a licitar por 379.911 euros (IVA excluido) que se cargarían al aval de 530.000 euros depositado por la empresa- y la redacción del proyecto para la construcción de una piscina y un polideportivo.

Éste es el motivo, según fuentes municipales, por el que en la Junta de Gobierno del pasado viernes los técnicos informaron sobre los trámites que se están llevando a cabo para volver a la carga con el derribo. De esta forma, y según señalan desde el gobierno local, los técnicos están elaborando un informe jurídico para justificar la reactivación del expediente de liquidación del contrato con Naranco Wellness, que caducó hace meses.

Paralelamente, el Ayuntamiento y Naranco Wellness, cuya dirección letrada está a cargo del despacho de Gerardo de la Iglesia y Miguel Teijelo, se encuentran enfrascados en un pugna en los juzgados de lo contencioso-administrativo. Por un lado, los abogados de Naranco Wellness reclaman al Consistorio que pague la obra ejecutada (casi 3,3 millones de euros) basándose en una valoración realizada por los propios técnicos municipales. Por otro, existe en marcha otro contencioso presentado por la mercantil para paralizar el derribo que en su momento quiso ejecutar el concejo. Ante esta petición, los servicios jurídicos municipales alegaron que la demanda no tiene sentido ya que en la Junta de Gobierno celebrada el 23 de octubre del año pasado se decidió declarar caducados "los procedimientos de liquidación y de determinación de daños y perjuicios por la resolución del contrato" que fueron iniciados por otro acuerdo del órgano fechado el 13 de febrero de 2015. Tal y como reza el escrito de los abogados consistoriales "[...] tal acuerdo de caducidad deja definitivamente sin efecto una hipotética decisión de demolición [...]" por lo que "[...] en definitiva comporta el archivo de todo lo actuado [...]". Los togados municipales también alegan que su posición "resulta razonable" tras el cambio de Corporación después de las elecciones de mayo de 2015. De ahí que la defensa municipal afirme que "lógicamente el procedimiento de liquidación del contrato habrá de tramitarse y resolverse por la nueva Corporación, quien tiene total libertad para adoptar las decisiones que considere convenientes acerca del destino que se vaya a dar a la parcela de propiedad municipal y a la edificación inacabada que existe sobre la misma".

Mientras, el proceso de liquidación de Naranco Wellness se encuentra suspendido a la espera de saber si la empresa, propiedad a partes iguales de otras cuatro mercantiles, logra cobrar los 3,3 millones que reclama a la ciudad.