La historia reciente del comercio ovetense puede contarse, según Carlos del Cano, a través de "cinco flechazos", porque, dice, "los grandes comecios de Oviedo surgieron por amor". Y fue gracias a las historias que que protagonizaron Cirilo Pérez de Ayala, Gerardo Aza, Victoriano Aza, Pedro Masaveu y Juan Botas y a los que el estudioso local añadió el de su propio padre, Nilo del Cano, un leonés que nunca pensó en dedicarse al comercio y que, a raíz de su matrimonio con una asturiana, acabó abriendo varias tiendas en la ciudad, empezando por Almacenes Fruela en 1957, dedicado a los equipamientos de hogar.

Carlos del Cano fue el ponente invitado ayer en el ciclo de conferencias organizado por la SOF, la Sociedad Ovetense de Festejos, coordinado por la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve y celebrado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. El acto de ayer puso fin al programa de esta temporada.

El autor del libro "Historia del comercio y los comerciantes de Oviedo" y también de "Historias del ocio de Oviedo" comenzó su relato con Cirilo Pérez de Ayala, que llegó de Tierra de Campos y que se casó con una valdesana. De ese matrimonio nació el dramaturgo Ramón Pérez de Ayala. Cirilose suicidó, dicen que por las deudas, aunque en opinión de Del Cano lo hizo "conmovido por la muerte de su esposa".

Del Cano continuó hablando de Gerardo Aza Álvarez-Buylla, el inventor del "gran barato", "las primeras grandes rebajas de enero de las que se tiene noticia en España", y de Victoriano Aza, que llegó a ser considerado hacia 1900 "el mejor comerciante de Oviedo" y que construyó el palacete que ha llegado hasta estos días con el nombre de Villa Magdalena para instalarse con su esposa Julia -el nombre original de la casa era Villa Julia-.

De Pedro Masaveu Rovira, Del Cano contó que en 1850 trabajaba en el comercio que León Barrosa tenía en la calle Cimadevilla. Al fallecer éste, Masaveu "se asoció con la viuda del patrón y a los tres años se casaron". Así comenzó su fortuna, primero con las tiendas y luego "finaciando las compras a sus clientes".

La prosperidad de los Botas, otro emblema comercial ovetense, también está ligada a una historia romántica. Juan Botas Roldán pospuso sus planes de trasladarse a León al casarse con una ovetense. "Botas aportó, desde la Camara de Comercio y el Ayuntamiento, muchas cosas a Oviedo", indicó Del Cano.

Carmen Ruiz-Tilve presentó la conferencia, que Carlos del Cano ilustró con fotos y recortes de la prensa de la época. Por la SOF asistió Avelino Alonso, el vicepresidente de la Sociedad.