"El Paxarín Parleru" le pedirá al concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, zonas avanzadas de motoristas (ZAM), nuevas plazas de estacionamiento, pintura antideslizante, guardarraíles elásticos, la revisión y rectificación del emplazamiento de algunos badenes, y la reparación y mantenimiento del asfalto. No se lo dirá cantando, sino en persona o a través de un informe enviado por registro. En realidad, el paxarín no tiene pico ni vuela porque es una asociación de motoristas de Oviedo que lucha por mejorar la condiciones urbanas para practicar la pasión que les une; las dos ruedas.
Alfonso García, Alfredo Sordo y Luis Pertierra forman parte de la agrupación y conocen el callejero carbayón como la palma de su mano. Es decir, cada señal, cada bache, cada quitamiedos y cada "guardia tumbado". Así es como llaman irónicamente a las bandas de frenado de la vía. A su juicio, "un peligro para los conductores en determinados lugares de la ciudad". Por ejemplo, en la calle Torrecerredo (en Ciudad Naranco) los pilotos deben demostrar su pericia tanto al subir como al bajar la calle (que tiene un considerable desnivel) para no perder el equilibrio ante el resalto que corta el carril.
Los motoristas ya han documentado la queja y la han añadido al dosier que llevarán al Ayuntamiento, aunque su principal petición son las ZAM, también conocidas como Moto Avanti. Se trata de zonas reservadas para motos y delimitadas por una línea frente a los semáforos, ante el resto de vehículos, que garantizan el inicio de su marcha sin interferencias en el tráfico. Además, estos espacios separan el área donde se detienen las motos del paso de peatones y ofrecen mayor seguridad. Las ZAM existen en Barcelona, Logroño, Málaga y Gran Canaria. "¿Por qué no aquí?", se pregunta Alfredo.
Este ingeniero industrial de 51 años guarda ocho motos en un local y conduce para la ocasión una Virago 750. Despliega un mapa hecho a mano con sus compañeros para mostrar los quince puntos que a su juicio deberían contar con zona de Moto Avanti: el cruce de Arturo Álvarez Buylla con Hermanos Menéndez Pidal, el cruce de esta misma vía con la avenida del Cristo y la avenida de las Segadas, las entradas a la plaza de Castilla, el cruce de González Besada con Muñoz Degraín, los accesos a la glorieta de San Lázaro con Muñoz Degraín, el cruce de la Ronda Sur con la Tenderina hacia el Adelantado de La Florida, el cruce del Adelantado de la Florida (a la altura de la Fábrica de Armas) con Martínez Vigil, la rotonda de entrada a Oviedo por la "Y", el cruce de General Elorza con la avenida de Pumarín y Foncalada, la glorieta del General Primo de Rivera, el cruce de la calle Pepe Cosmen con la avenida de Santander y Nicolás Soria, el semáforo del cruce de la avenida de Santander con Independencia, la glorieta de la calle Independencia, Real Oviedo y General Zuvillaga, el cruce de la calle Real Oviedo con la avenida Colón y Valentín Masip, y el cruce de Real Oviedo con la avenida de Galicia y Hermanos Menéndez Pidal.
El mapa es fruto del trabajo diario de "El Paxarín Parleru", que en grupo o por separado recorre Oviedo y toma nota de los problemas y carencias que ve. Es el caso de Alfonso, un chaval de 72 años que no aparenta su edad a lomos de una Honda CBR 900 RR Fireblade, una de las cuatro motos que posee y que mantiene como oro en paño en un pequeño local del Naranco. Para alguien como él, que tiene miles de kilómetros a su espalda, es fácil darse cuenta de la "degradación" que ha sufrido el asfalto y la señalización a lo largo del tiempo. "Es necesario mantener las vías regularmente para evitar que un agujero se convierta en un señor bache, como uno que hay en la calle Argüelles, en pleno centro urbano, desde hace meses". Dicho y hecho, los tres amigos ponen rumbo hacia allí para enseñarlo. Luis se baja de su Suzuki Burgman 650, se quita el casco y se mete hasta el tobillo en lo que aparentemente es un charco. Una vez desalojada el agua aparece la tapa de un registro hundida varios centímetros en el suelo. "No veas lo que afecta este socavón cuando vas en moto", explica este protésico dental de 59 años que trabaja en la calle Hermanos Menéndez Pidal, en la que también nació y le gustaría recorrer "a gusto, sin sobresaltos por el mal estado del suelo y con sitio para estacionar". A Luis también le preocupa el desgaste de la pintura antideslizante de las marcas viales. "Sólo queda un poco en General Elorza, pero el resto de señales las están cubriendo con barniz normal y ya se sabe que todo lo que brilla, patina".
Alfonso y Alfredo están especialmente sensibilizados con la necesidad de reparar los quitamiedos de tela elástica que el Ayuntamiento instaló en la Ronda Sur y en la carretera de Ules hace años, cuando el PP estaba al frente del Consistorio. "En esa época conseguimos varios logros para los amantes de las motos. Entre otras cosas, se nos permitió circular en ambos sentidos por Uría o subir por Santa Cruz", matiza Alfonso, el más veterano de los tres y que está deseando plantear sus propuestas al tripartito. Mientras, "El Paxarín Parleru"sigue disfrutando de su afición por las dos ruedas volando por la carretera. Eso sí, respetando los límites de velocidad y parando para tomar aire, aunque a veces, sufran algún inconveniente de peatón. Lo explica Luis: "Con la nueva ley de terrazas, los maleteros de las motos a veces te dan en la cabeza".
