La Policía Nacional trasladó a principios de esta semana al HUCA a un hombre detenido en Oviedo por tráfico de drogas para que defecase las bolas de cocaína que tenía en su estómago. Los agentes le custodiaron en el centro sanitario con el objetivo de esperar a que expulsara la droga con ayuda de laxantes. Según ha podido averiguar este periódico, ya no se encuentra en el servicio de Urgencias, por lo que es probable -a falta de confirmación oficial- que la cocaína no esté ya en el interior de su cuerpo.

La Policía mantiene abierta una investigación sobre el tráfico de cocaína en la que está involucrado este hombre. Los agentes que le detuvieron se dieron cuenta de que ocultaba algo y decidieron llevarle al Hospital Universitario Central de Asturias para someterle a un chequeo. Allí comprobaron que "estaba lleno de bolas de cocaína" que al margen de constituir un delito, podían causarle un grave perjuicio a su salud e incluso provocarle la muerte. En este tipo de casos no es aconsejable la cirugía salvo que una o varias bolas (normalmente hechas a base de plástico) se haya roto dentro del estómago.

El detenido venía del extranjero y posee nacionalidad venezonala y todo apunta a que fue utilizado como "correo humano" para pasar la droga de un territorio a otro sin ser descubierto.

La Policía Nacional dio un golpe al tráfico de drogas en la ciudad con la desarticulación de un importante punto de venta de estupefacientes en La Argañosa el 7 de octubre. La operación "Kata", iniciada en marzo por la el Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, finalizó entonces con la detención de dos personas (dos varones de 16 y 21 años). En total se incautaron de 13 kilos de hachís, 465 gramos de cocaína, 43.000 euros, además de valiosa documentación referida a la contabilidad del grupo.

Un dispositivo policial establecido en el marco de la operación procedió a la detención de un hombre de 31 años cuando abandonaba su domicilio de La Argañosa. En paralelo se había establecido otro operativo en las inmediaciones de una vivienda próxima donde lo investigadores tenían constancia de que los traficantes ocultaban sustancias estupefacientes. Allí, lograron detener al segundo implicado, de 21 años, cuando llevaba una bolsa con 8 kilos de hachís, 360 gramos de cocaína, 26.000 euros en efectivo, una balanza, una envasadora, y documentación de contabilidad del tráfico de drogas que habíasn estado realizando.