"El conflicto de 2012 no fue una cuestión personal, sino la consecuencia de una visión de política sanitaria apoyada plenamente por el Gobierno del que yo formaba parte", declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA Faustino Blanco, consejero de Sanidad en el anterior Gobierno regional de Javier Fernández, quien en 2012 implantó la jornada laboral sanitaria con módulos de trabajo vespertinos, aun a costa de un duro conflicto con los trabajadores que se prolongó cuatro meses.

"Hicimos lo que hicimos para ganar en eficiencia, con soporte técnico y por convicción. Para mí no ha cambiado nada. Los ciudadanos opinarán: al fin y al cabo estamos hablando de un servicio público", agregó Blanco, quien eludió entrar en polémicas con el equipo que actualmente dirige la sanidad regional. "Ahora hay otra Administración, del mismo signo político, pero una Administración distinta. Algunos entendemos que los servicios públicos han de tener un horario de funcionamiento ordinario amplio y otros entienden que es suficiente que funcionen por las mañanas", precisó el exconsejero.

"Cuando tuve responsabilidades hice lo que creía que tenía que hacer en un servicio público esencial y seguía las indicaciones de un Gobierno. Si ahora otra Administración decide otra cosa, yo, en este momento, nada debo decir", apostilló Faustino Blanco.