"El programa del Frente Popular era muy radical en la defensa de la democracia y moderado en cuestiones sociales". Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el historiador José Luis Martín Ramos, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona, durante la conferencia "El Frente Popular, auge y caída de la democracia de España", el mismo título de un reciente libro del profesor, especializado en el estudio del movimiento obrero.

Martín Ramos, que fue presentado por Pablo Montes, de la Fundación Lázaro Cárdenas, explicó que fue el líder socialista asturiano Indalecio Prieto, hasta ese momento adalid de la confrontación con los comunistas, quien convenció a Manuel Azaña de que una simple conjunción republicano-socialista no era suficiente para ganar las elecciones y frenar el avance del fascismo. El socialismo español siguió el mismo modelo adoptado por la izquierda francesa en 1935 y aunó también al Partido Comunista, en una conjunción que llevó al Frente Popular a ganar las elecciones.

"La defensa de la democracia por parte de los republicanos necesitaba del apoyo de otros sectores, y de eso se da cuenta Indalecio Prieto", señaló Martín Ramos, al que también acompañó ayer Francisco Erice, profesor de la Universidad de Oviedo, quien lamentó la "demonización" del Frente Popular, "tanto durante el franquismo como posteriormente", señaló. Martín Ramos también citó como antecedente de aglutinación de fuerzas el triunfo de la Revolución Soviética obrera de 1917, "que triunfó cuando al proletariado se unieron sectores campesinos". "En los años 30 había que batallar contra el fascismo ganando una mayoría social y defendiendo la democracia, y eso fue lo que se hizo", añadió. Martín Ramos también destacó que la Revolución de 1934 supuso una dura lección para la izquierda obrera, que fue aplastada con contundencia.