Convertir el albergue municipal de animales en un lugar de paso. Una parada lo más breve posible entre el abandono y un nuevo hogar en la que los animales disfruten de las mejores condiciones posibles. Este es el objetivo de Clínicas Quirós, la nueva concesionaria de la perrera municipal. La concesionaria accedió a las instalaciones de La Bolgachina el pasado miércoles y ya se ha puesto manos a la obra: "En tres días hemos vacunado, identificado y desparasitado 42 perros", destacó ayer el veterinario Pedro Quirós en su presentación como nuevo gestor. A su esfuerzo por poner en orden las condiciones de los animales, 350 perros y 70 gatos, se une el del Ayuntamiento por renovar la zona con obras que se extienden también a las dependencias de los trabajadores. En ambos frentes queda mucho por hacer, debido a la situación en que se encuentra el servicio, que fue gestionado durante las últimas dos décadas por la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.

"Hay mucho que hacer, tanto por las condiciones del equipamiento como por el hacinamiento que sufrían los animales", resaltó Mercedes González (Somos), concejala de Educación, Deportes y Salud. Entre las remodelaciones más urgentes se encuentra la reparación de las jaulas de los cachorros ya que "el sistema de calefacción no funcionaba". Mostró también su satisfacción por haber puesto fin al cambio de la concesión, que se otorgó en un principio a la escuela de adiestramiento Canmar, a la que se oponían los grupos animalistas. Se le retiró después debido a que no tenía "solvencia económica ni técnica". "Tras los tropiezos y dificultades, la nueva etapa se presenta muy positiva", dijo la edil para destacar después que la colaboración entre Clínicas Quirós y el Consistorio "no puede ser mejor". Desde el gobierno local se había solicitado que quien se hiciese cargo de las instalaciones de La Bolgachina se ajustase al criterio de sacrificio cero. Y para reducir la población animal se promoverá la adopción.

"El Ayuntamiento pide que bajemos a 200 perros y 70 gatos", señaló Pedro Quirós. Pero sus planes son más ambiciosos: "Tenemos 120 jaulas y queremos que en cada una haya un solo inquilino". "La población animal tiene que tender a cero", completó. Para lograrlo, y también que las estancias sean lo más cortas posibles, está previsto que mañana entre en funcionamiento una nueva web en la que los interesados podrán ver a las mascotas disponibles. Para que éstas dejen La Bolgachina en buen estado de salud, "estamos probando tres líneas de desparasitación y pienso". Se necesitan, además, mejoras de señalización para poder llegar al albergue ya que las actuales están deterioradas y provocan confusión.

El cambio ha favorecido también a los trabajadores. Además de lo seis que se han subrogado se ha contratado de forma eventual a otro veterinario y una persona que gestione las adopciones. Se están realizando obras para mejorar el edificio destinado a oficinas y vestuarios, que han tenido que tirarse debido a su mal estado, y se ha entregado ropa apropiada de trabajo a los operarios, que hasta el momento se arreglaban con sus propias prendas.

Para lograr todos los objetivos planteados, Pedro Quirós pidió la colaboración de las asociaciones animalistas, que han seguido muy de cerca el cambio de concesión, para encontrar cuanto antes un nuevo hogar a los animales que se encuentran actualmente en el albergue.