El Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales ha declarado zona contaminada el bazar chino incendiado la semana pasada en la avenida de Pumarín debido a la presencia de amianto, un material potencialmente nocivo para la salud de los habitantes del edificio afectado por el fuego y que alberga en su planta baja al local oriental. El amianto, no obstante, no impide que los vecinos puedan regresar a sus hogares. Un grupo de ellos se encuentra concentrado frente a su portal, al que podrán acceder a lo largo de esta mañana. En estos momentos esperan a que finalice la revisión de las calderas, último paso para que les permitan la entrada.

Cuando empiece el desescombro del almacén de la tienda -totalmente destruido-, que no se realizará hasta la próxima semana, habrá que extremar las precauciones para que los residentes no inhalen las fibras de amianto presentes en las cubiertas y numerosos restos. Las ruinas están en el patio de luces del inmueble, pero las ventanas interiores de otros edificios de la zona también están allí. Una lona que cubra las fachadas podría ser la solución, aunque no está claro qué medida se pondrá en marcha.

Tres compañías de seguros deberán ponerse de acuerdo en los próximos días para elegir a la empresa especializada que desescombrará el bazar chino de acuerdo a un estricto protocolo de actuación. Se trata de la aseguradora de la comunidad de vecinos, la perteneciente al propietario del local incendiado y la de los inquilinos que regentan el bazar. Los operarios tendrán que hacer la tarea a mano por dos motivos. Primero, para impedir que las fibras de amianto se propaguen por el aire. Segundo, para no destruir pruebas fundamentales en el esclarecimiento del incendio.

Los vecinos que fueron desalojados de las veinte viviendas del edificio del número 36 de la avenida de Pumarín pueden regresar hoy a sus hogares a partir de las diez y media de la mañana. Los dos informes sobre el estado de la estructura del inmueble -hechos por peritos del Ayuntamiento y de la aseguradora de la comunidad- han dado el visto bueno al regreso de los habitantes. Además, la reparación de las bajantes de saneamiento y las revisiones de la instalación del gas de los pisos finalizaron ayer.Otros inmuebles afectados

Dos de las tiendas del entorno del bazar chino que resultaron afectadas por el fuego y el humo reabrieron sus puertas siete días después del siniestro. Se trata de la pizzería del número 34 y de otro comercio oriental ubicado en el 38. El único establecimiento que ayer seguía cerrado, además del bazar, era la peluquería contigua, en el 36, que lucía un cartel en el escaparate: "Abrimos jueves o viernes. Disculpen las molestias". Y es que el edificio del incendio se quedó sin agua, luz, ni gas tras el siniestro.

Los trabajadores de la pizzería, Inderjit Singh y Jorge Pinteiro, subieron la persiana por la mañana, en cuanto tuvieron permiso, sin ni siquiera despegar el precinto de los Bomberos de Oviedo. Tenían prisa por volver a la normalidad y recuperar el dinero perdido estos días. El otro bazar oriental -a sólo unos metros del afectado por el fuego- quitó el aviso de "Cerrado por humo" y atendió a sus clientes sin problemas ni olor a quemado. Eso sí, clausuraron una parte de la tienda en la que se desprendió parte del falso techo por efecto del fuego en el edificio de al lado.