"Vincular el futuro de las pensiones en España a fondos privados que pueden quebrar, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, es poner en alto riesgo a la clase trabajadora". Así lo indicó ayer en el Club Prensa Asturiana la abogada Marta Rodil, que impartió una conferencia centrada en analizar el futuro que aguarda a las pagas de los jubilados en los próximos años.

Como posibles medidas de blindaje a las pensiones, Rodil propone que queden garantizadas en los Presupuestos Generales del Estado, "de ese modo no habría problemas de financiación". También estima necesario introducir en la Constitución un artículo que garantice un mínimo poder adquisitivo a las percepciones de las clases pasivas "para que los jubilados no tengan que tener miedo al futuro".

Silvia Salamanca Ordiz, portavoz de las "Marchas de la Dignidad" en Asturias, presentó a Rodil y durante su intervención exigió el establecimiento de una pensión mínima de 1.080 euros al mes por 14 pagas y su revalorización automática anual, así como la derogación de las reformas de las pensiones impuestas por los gobiernos del PSOE en 2011 y del PP en 2013. Ésas son algunas de las reivindicaciones que las "marchas" llevarán al acto de protesta que tendrá lugar en la gijonesa plaza del Carmen el próximo sábado a mediodía.

"Los trabajadores cotizamos menos y para suplir la merma de ingresos a los gobiernos sólo se les ocurre vaciar el fondo de reserva de la Seguridad Social, propiedad de los trabajadores, eso no es admisible", recalcó la activista. Negó que el problema de la sostenibilidad del sistema de pensiones venga dado por el aumento de la esperanza de vida o por el hecho de que las pensiones sean muy altas. "La mortalidad aumenta y un 40% de las pagas no llegan a 600 euros". El problema, en opinión del jubilado Mario Diego, "es el sistema capitalista destinado a acabar con los derechos de los trabajadores".