Ramiro Fernández: "Es un honor estar en las grandes conquistas de la selección"

Ramiro Fernández dedicó buena parte de su discurso al fútbol, "elemento fundamental" en su vida. Declaró que fue un "privilegio indescriptible vivir 'La Roja'", aunque fuera "en el vagón de cola", pero "estando ahí siempre, con mis tijeras y mí peine, en todas las grandes conquistas". Antes había recordado sus inicios en el Oviedo con Eugenio Prieto, confesó "algunos errores que aún sigo esperando que me sean perdonados" y deseó el ascenso del equipo "más temprano que tarde, hoy en manos de una empresa seria y solvente y de un entrenador al que admiro y al que agradezco su amistad". Fernando Hierro, en una mesa junto a Javier Clemente y algunos miembros de la Federación Española de Fútbol, diría después a este periódico sobre el deseo de Ramiro: "Es el sueño de todos, pero hoy es su noche". No tocaba hablar del Oviedo pero sí de Ramiro. Hierro lo definió como alguien "que se ofrece sin pedir nada a cambio". Javier Clemente, como "un tío que nos ayudó mucho en el mundial, un tío fantástico, por su humildad y su forma de ser". Vicente del Bosque, sentado en la mesa presidencial junto al Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, como "un hombre entrañable muy querido por todos".

Ramiro Fernández pidió en su discurso que Oviedo supere la "crispación, la frustración y el desasosiego" y empiece a trabajar en "proyectos de progreso". Habló de la ciudad "abierta, inteligente, culta, hospitalaria y acogedora" y no pudo dejar de recordar su origen allerano (San Miguel, en Nembra) y a sus padres. "Hoy, desde allí arriba, nos estarán contemplando e imagino a mi padre, cogiendo la manina de mi madre, diciéndole 'Candela, te fijas en este guaje, el de les arrañures, que era un ruindaes, y hoy ahí lo tenemos rodeado de tantos y tan buenos amigos!'".