El Rotary Club de Oviedo entregó ayer 1.200 gafas nuevas, graduadas y de sol, a Mensajeros de la Paz, que las destinará a las distintas misiones que tiene en África, especialmente en Benín. El padre Ángel García, presidente de la ONG que tiene sus orígenes en la Cruz de los Ángeles de Oviedo, comentó a este periódico que "es un gesto más de que la solidaridad está a flor de piel". Juan Pérez Zaldívar, secretario de los rotarios de la ciudad, explicó esta donación en una sola frase: "Seguimos haciendo el bien". No hay más. "En esto trabajamos y este es nuestro objetivo", señaló Zaldívar.

Para el padre Ángel, el gesto de ayer es un síntoma más de que "hay muchas personas que se mueven continuamente porque quieren hacer algo por los demás de forma desinteresada". Algo que contrasta, añadió, "con tantos agoreros que nos meten el miedo en el cuerpo y nos intentan quitarnos la ilusión".

El padre Ángel estuvo también presente en la cena que sirvió al Rotary Club de Oviedo para entregar su máxima distinción, el premio "Paul Harris Felow", a José María García por su calidad humana y profesional. El periodista recibió agradecido el galardón ante las más de cien personas que se congregaron en el Castillo del Bosque La Zoreda.

José María García agradeció a los rotarios la distinción y también la glosa de Carmelo Calvo, director general de Relaciones Institucionales de Editorial Prensa Ibérica, grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA. "Pocos han sabido poner tanto énfasis, tanto alma y tanto corazón a nuestra profesión", elogió Carmelo Calvo, que calificó a José María García como "un periodista de raza" que "nunca se ha callado y eso le dignifica". Una circunstancia que le convierte "sin duda, en uno de los grandes del periodismo". "Es un orgullo para Asturias, tierra a la que se siente muy unido", señaló a continuación en referencia al receptor del premio "Paul Harris Felow".