Los termómetros rondaban los treinta grados. Un tiempo inmejorable para la gran jira campestre y la fiesta del agua y la espuma que protagonizaron ayer el último día de los festejos patronales de Tudela Veguín. Estas actividades, junto al pasacalles de gaiteros, que tuvo lugar por la mañana, y al reparto de 1.100 bollos de chorizo en el parque José Fermín Palicio, pusieron el broche de oro a una cita festiva que se ha alargado durante cinco días.

El descenso de la jira se inició hacia las siete y media de la tarde en el Parnés y abarcó un recorrido de 800 metros. Los romeros tardaron aproximadamente una hora y media en llegar al parque de la fiesta, donde pequeños y mayores disfrutaron de un baño de espuma. Tampoco podía faltar la música. El desfile estuvo amenizado por la charanga Picante de Gijón, el grupo de coros y danzas "Picu Villa", la banda de gaitas "Ciudad de Oviedo", el grupo asturiano "Los gascones" y "Danza Prima".

Ya en horario nocturno, estaba prevista la última gran verbena, a cargo de la orquesta bilbaína "Kosmos" y del grupo "Trapacio", así como un espectáculo de fuegos artificiales.

"El tiempo acompañó, hubo una afluencia increíble de gente y todo salió a pedir de boca, así que estamos muy satisfechos", comentó el organizador, Alberto Paul Cuesta. "Por mucho que la comisión trabaje, sin la estimable colaboración del pueblo nada hubiese sido posible", añadió.