No deja de ser chocante el empeño que tienen los responsables de la Policía Local de Oviedo en demostrar a la ciudadanía mediante comunicados públicos periódicos la ingente cantidad de iniciativas que se están llevando a cabo para modernizar el cuerpo policial.

Pero analizando la realidad de lo que se encuentran los policías en su trabajo diario, mucho nos tememos que se pretenda con ello reafirmar el contenido de la histórica frase "una mentira contada miles de veces termina convirtiéndose en una verdad incuestionable".

Estos días se nos anuncia a "bombo y platillo" la adquisición de una aplicación informática para la reconstrucción de accidentes de tráfico, y como siempre Oviedo es pionera en esta iniciativa que curiosamente lleva implantada desde hace años en muchas plantillas de la geografía. Lo que se les "olvida contar" a estos responsables es que la aplicación no puede utilizarse porque el sistema informático con que cuenta el servicio policial no tiene potencia suficiente para gestionarla. O lo que es lo mismo, se compró la albarda antes que el burro.

Pero no es este el único caso de mala gestión. Se anunció hace más de un año la adquisición de un aparato para realizar el Test de Drogas y nunca más se supo de él, los policías locales continúan dependiendo de la buena voluntad de la Guardia Civil para realizarlos. A día de hoy las pruebas de alcoholemia positivas en los controles aún requieren trasladar al conductor a dependencias policiales para efectuar la prueba con el etilómetro de precisión. Si estos controles se realizan en horario nocturno, la carencia de señalización luminosa puede poner en riesgo la seguridad de los agentes.

Las "Tablets" con la que los agentes estarían dotados de herramientas 2.0 para su trabajo diario nunca aparecieron. El sistema de comunicaciones super moderno hace que en determinadas zonas del municipio los agentes tengan que organizarse por medio de sus teléfonos móviles.

Las prácticas de tiro sólo se hacen cuando hay alguna denuncia sindical, pero sin embargo el consumo de munición es considerable. ¿No habría que priorizar estas prácticas con respecto a la actividad lúdico deportiva del equipo de tiro creado?

Es una frustración para la plantilla comprobar cómo los presupuestos dedicados a la Policía Local pierden toda su eficiencia por una mala gestión con el agravante de estos anuncios que generan bastante malestar.

En definitiva se echa de menos una organización del servicio con objetivos claros, determinados y protocolizados. Recientemente se distribuyó a los agentes en la toma de servicio un folleto informativo promovido por XEGA, en el que se determinan unas propuestas para una mejor atención policial a lesbianas, gais, trans y bisexuales, que incluso describía unas pautas de actuación policial, pero a día de hoy desconocemos si estas pautas son asumidas por la jefatura y deberán ser tenidas en cuenta por los agentes o ¿queda a la libre interpretación de éstos la forma de actuación, con lo cual para qué queremos jefes? No nos parece la mejor manera de conseguir resultados positivos esta falta de asunción de responsabilidades por parte de la escala de mando.

Todavía nos queda mucho camino por recorrer para ser la policía 2.0