El juez del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo condenó a un año de cárcel por un delito de lesiones por imprudencia grave al hombre acusado de causar quemaduras con el agua de la ducha a un niño de 3 años y nueve meses en su vivienda de Oviedo en 2015. El fallo incluye también un indemnización total de 71.560 euros por las quemaduras de segundo grado que afectaron al 25% del cuerpo del menor, dejándole importantes secuelas.

"Nunca le haría daño, porque le quería como un hijo", fue el último alegato del hombre durante la vista oral celebrada el pasado viernes. En la misma, el acusado, padre de dos niños con el que el menor quemado compartía guardería, admitió haber duchado al niño el 21 de octubre de 2015 en su vivienda después de haber padecido diarrea. "No se quejó en ningún momento", declaró para justificar que después de la ducha lo hubiera acostado en la cama como si no hubiese pasado nada.

La madre del menor, divorciada y con la que el acusado mantenía una relación de amistad, según ambas partes, defendió el buen trato habitual del hombre con su hijo y reconoció que los tres menores se quedaban en sus respectivas casas "de vez en cuando".

El día de los hechos, la madre del menor tuvo un accidente y encargó al amigo que recogiera a su hijo en el colegio. Los tres pequeños se bañaron juntos después de cenar y posteriormente fueron a la cama. La madre pasó por la casa para recoger al pequeño, pero al comprobar que ya estaba acostado decidió quedarse también a dormir. No obstante, se ausentó de la vivienda unos minutos para cambiar de sitio el coche, que tenía aparcado en carga y descarga. En ese lapso de tiempo, según los distintos testimonios, el niño sufrió diarrea y el acusado lo duchó.

A la vuelta de la mujer a la casa, el niño le dijo que había tenido un problema "de manera jocosa". Fue entonces cuando apreció que estaba muy rojo. En primer lugar le aplicó una crema y al ver que no mejoraba se lo llevó en taxi al HUCA en un taxi para que lo atendiera.

En el hospital detectaron al menor quemaduras de segundo grado en un 25% de la piel. El pequeño pasó 42 hospitalizado y precisó 141 para recuperarse de las quemaduras, precisando incluso cirugía estética para reparar los graves daños en la espalda, el tórax y un muslo.

Castigo económico

El juez estima que el menor deberá percibir 5.440 euros por los días impeditivos, 4.620 por los días de hospitalización y 60.000 euros por las secuelas estéticas provocadas por el agua "casi hirviendo" que le aplicó con la ducha. También deberá abonar al SESPA por la asistencia prestada que se acredite en fase de ejecución. Además se le mantiene una orden de alejamiento a más de 100 metros del niño durante cinco años. El fiscal había pedido 2 años de cárcel y una indemnización total de unos 56.000 euros.