El presupuesto de este año del Ayuntamiento de Oviedo quedó ayer aprobado definitivamente en una sesión plenaria de cinco horas a falta de que los desfases con el plan económico-financiero y los ajustes para asimilar la sentencia referida al Calatrava obliguen dentro de unos meses a realizar varias modificaciones. Ayer se escucharon, por parte del gobierno y de la oposición, parecidos argumentos a los de hace meses, en la aprobación inicial, e incluso de hace un año. La diferencia, si cabe, la marcó el detalle de la ejecución del presupuesto del año pasado. La oposición insistió en el escaso nivel de la ejecución del capítulo inversor y el concejal de Economía, Rubén Rosón, en todo lo contrario: el tripartito ingresó 11 millones menos en tasas en 2017 y gastó 14 millones de euros más de todo el presupuesto que el PP en su último año de gobierno. "Eso se llama eficiencia", concluyó.

La lucha por ver la botella medio llena o medio vacía marcó, de nuevo, la dinámica de la sesión, pero no sólo en lo referido a las cuentas. Ahí Rosón, que acusó a la oposición de ser un disco rayado, machacó él mismo, una y otra vez las mismas cifras e ideas. Por ejemplo, y como botón de muestra, que las becas de comedor se han multiplicado por dos y el paro ha bajado en 4.500 desempleados. Al revés, Luis Pacho, desde Ciudadanos, afeó al tripartito que apliquen una "política de tierra quemada", pidiendo créditos para pagar deudas como las del Calatrava que, señaló, "pagará el siguiente gobierno". Eduardo Rodríguez, al frente del apartado económico en el PP, puso el acento en los desajustes del presupuesto: "Disparate, despropósito y desequilibrio que incumple su propio plan económico-financiero".

Pero Rosón, tanto al inicio de la sesión como al final, para dar cuenta de la ejecución, martilleó que todo había aumentado, desde los servicios de transporte público a la limpieza, y que si la oposición no lo entendía, les haría "un cuadernillo". Su conclusión es que el tripartito ha multiplicado por tres el dinero de Oviedo y optimizó los recursos sin cobrar tanto a los ciudadanos: "En los últimos años, el PP arruinó Oviedo. Menos mal que llegamos nosotros para parar la sangría".

Cristina Pontón (IU pidió un poco de tiempo al concejal de Economía para fijar también posición sobre el presupuesto, cosa que el PSOE no hizo), realizó otra lectura más política. Insistió en que parte del dinero "se va a ir a las manos de dos familias de Oviedo", en alusión al Calatrava, y defendió el compromiso del gobierno local con el empleo, la cultura y los servicios sociales.