Los agentes de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo continúan las investigaciones para dar con el autor de un atraco a la sucursal de Liberbank de la calle Camín Real de Colloto, perpetrado en torno a las nueve de la mañana de ayer, poco después de la apertura de la entidad. El autor del robo es un hombre de unos 40 años edad, que mide aproximadamente 1,60 metros. Según indicaron fuentes cercanas a la entidad, el atracador llevaba el rostro cubierto. Según la policía, esgrimió lo que aparentaba ser una pistola, aunque se desconoce si el arma era real o simulada. A la hora del atraco, se encontraban en el interior del mismo dos empleadas y la directora de la sucursal, que el pasado mes de enero ya fue retenida en otro asalto. La sucursal ha sufrido al menos cuatro atracos en los últimos años, según personas conocedoras de la trayectoria de esta entidad.

Hay muy pocos testigos del asalto. Las empleadas, presas de los nervios, fueron sustituidas por otras compañeras, según indicaron clientes del banco. La sucursal estuvo cerrada varias horas mientras los agentes de la Policía Científica recababan pruebas que llevasen a la identificación del autor del asalto. El atracador pudo ser grabado por las cámaras de la entidad, que aún así no le arredraron a la hora de cometer el robo.

El hombre amenazó a las empleadas con usar la pistola si no le entregaban el dinero y finalmente abandonó la entidad con unos 5.000 euros. Quizá esperaba encontrar más dinero, al ser víspera de cobro para los jubilados y pensionistas.

Nada más marcharse, las empleadas avisaron a la Policía. Se inició una "operación jaula" para tratar de atrapar al asaltante. Uno de los controles se establecieron en la carretera general, entre Colloto y Granda (Siero), ante la posibilidad de que el ladrón hubiese huido a bordo de algún vehículo, incluso ayudado por algún cómplice. No hay otra salida desde el Camín Real que a través de la general, desde la que puede enlazarse con las autopista "Y". Los agentes detuvieron algunos vehículos sospechosos, pero al cierre de esta edición aún no se había dado con el autor del atraco, segundo que sufre la entidad en el plazo de dos meses.

El atracador aprovechó que la entidad se sitúa en una zona residencial, con poco ajetreo a la hora en que se cometió el robo. Junto al banco solo hay un concesionario de vehículos, con su taller de reparación, y una peluquería. Los agentes recorrieron los aledaños de la entidad en busca de pistas del sospechoso o del arma utilizada en el robo, sin éxito.

Los vecinos se mostraban resignados ante la noticia del atraco. Durante varias horas no pudieron entrar en el interior del banco, mientras los agentes realizaban las investigaciones pertinentes. "Había por lo menos seis o siete policías. Me dijeron que viniese más tarde, porque estaban trabajando", indicó una de las vecinas afectadas por el atraco a la sucursal.