Final ingrato e injusto con el Real Oviedo.

Tras ir perdiendo 0-2, y en inferioridad numérica desde el principio de la segunda parte, fue capaz de recortar distancias. Tras una nueva expulsión y con solo nueve jugadores lo intentó todo hasta lograr el empate y forzar la prórroga a punto de cumplirse el minuto 90.

Ya en el tiempo suplementario con dos hombres menos, y con varios más con problemas físicos, tuvo ocasiones para ponerse por delante pero hoy la entrega y la garra de los azules no tuvieron recompensa merced, además, a una acción antirreglamentaria.

Con Erice en el suelo, lesionado, el Mirandés no envió el balón fuera. La jugada continuó con un disparo desde fuera del área que golpeó en la escuadra y en el rechace Abdón Prats lograba el tanto definitivo en un clarísimo fuera de juego que ni juez de línea ni el colegiado apreciaron a pesar de que el delantero estaba un par de metros adelantado a la defensa.

En un esfuerzo titánico, con los defensas como delanteros y Aguirre y Fernández como únicos defensas, el Real Oviedo estuvo a punto de empatar. Hervías remató al larguero y Linares a punto estuvo de llegar a un balón en el área pequeña en lo que hubiera sido un empate épico.

El Mirandés tuvo ocasiones de sobra para rematar el partido ante su clara superioridad numérica pero que el triunfo burgalés llegara por el error del colegiado y no por las virtudes visitantes provocó la indignación y la impotencia entre jugadores y público.

El Real Oviedo cayó eliminado pero como dice su himno lo hizo con orgullo, valor y garra.

Todo lo contado hasta el momento ocurrió a partir del minuto 65. Y es que hubo dos partes bien diferenciadas en el partido.

En la primera el Mirandés se sintió muy cómodo con la ventaja en el marcador conseguida ya en el minuto tres con un sorprendente remate de Abdón Prats. La fuerte presión de los de Miranda de Ebro maniataba a los azules que nunca pudieron con los burgaleses.

La expulsión de Bautista, rigurosísima por parte del colegiado, por una protesta en una falta a favor de los locales acabó por desnivelar el encuentro. Prats conseguía el segundo y todo parecía decidido hasta que la entrada de Koné en el campo en el minuto 65 revolucionó el encuentro e hizo que el Real Oviedo recurriera a la épica con éxito.

Una pena que con un partido tan puramente copero, finalmente, fuera un error del árbitro Vázquez Figueroa el que decidiera el encuentro.

Buen Mirandés que fue mejor que el Real Oviedo en igualdad numérica y gran demostración de coraje y tenacidad de los azules ante su público en un partido que aparentemente parecía perdido.