El Nàstic que mañana visita el Tartiere es en estos momentods el recién ascendido mejor clasificado de Segunda. Sus números en cuanto a goles recibidos identifica a un equipo que se defiende bien. Y a pesar de no llevar muchos a favor, los ha rentabilizado. Ha hecho bastantes incorporaciones. Solo la mitad de la plantilla han conseguido el ascenso la temporada pasada, y para completarla ha puesto el ojo preferentemente en la Segunda B de Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Es evidente que ha conseguido hacer un equipo sólido y que se ha ido consolidando, sin bajar nunca de la décima posición. Ahora mismo es cuarto, a un punto de los puestos de ascenso, no hace sino demostrar su potencial, con la ventaja de haberse subido al carro de los de arriba sin hacer ruido, sin ser a priori uno de los elegidos. Por tanto, merecen ser considerados más peligrosos de lo que aparentaban, y debería hacerse desde ya. Al Real Oviedo le llega un Nàstic que ha logrado puntuar en cuatro de sus seis salidas (lógicamente, para estar arriba no solo vale ser fuerte en casa), Valladolid, Ponferradina o Numancia no han conseguido doblegarle.
En cuanto a su juego, si saca el portero, tiene un golpeo muy largo, poniendo el balón casi en área rival; pero normalmente apuestan por un fútbol más combinativo, donde los pivotes participan activamente junto con los centrales para la salida desde atrás. Eso les permite adelantar más a sus laterales. Los medios centro, tanto Rocha (que volverá al equipo tras cumplir partido de sanción) como Tejera, son uno de sus pilares fundamentales. El pulmón del equipo funciona, tienen claro su papel y se compenetran perfectamente en la presión sin perder su posición. Ambos tienen buen manejo de balón y son fijos para Vicente Moreno. En ocasiones utilizan "trivote" para fortalecer en centro del campo, acompañando Xavi Molina a los otros dos, y P. Marí como central.
Una de las sorpresas de esta temporada ha sido su lateral derecho Jordi Calavera, procedente del filial (La Pobla de Mafumet), que ya ha jugado varios partidos con nota alta, destacando por sus continuadas subidas al ataque. La última jornada estuvo con el filial por lo que será una incógnita su participación. Su puesto lo ocuparía Xisco Campos con más experiencia y un perfil más defensivo. Como bloque son muy disciplinados, y cuando se ponen por delante es complicado hacerles gol. Juntan mucho sus líneas y todos se implican en el trabajo defensivo.
Presentan una línea de tres por detrás del punta. Tanto el camerunés Emaná como el costamarfileño Jean Luc (compatriota de Koné), aportan potencia y velocidad; mientras que por la banda izquierda el último en jugar ha sido Palanca, al que han conseguido recuperar tras un inicio de liga con reiteradas lesiones. También dispone de otros recursos para esa línea de tres como Rayco (pequeño, rápido, hábil, que ha hecho dos últimas campañas muy buenas con 14 goles en cada una de ellas) o Xisco M., veterano, con grandes números en el Dínamo de Tiblisi las anteriores temporadas. Arriba se disputan una plaza Alex de Groot, procedente del Valencia B, delantero corpulento y que ha ido a más durante el campeonato, y De la Espada, más experimentado y fijo en el equipo durante los últimos años; típico delantero que, siendo grande, no necesita mucho espacio para ver portería.
En estrategia tienen jugadores de envergadura como Molina, De Groot o De la Espada, que pueden hacer mucho daño en balón parado, sobre todo a saque de Tejera o Rocha, que tienen un buen golpeo.
Partido para posicionarse, la distancia entre ambos equipos solo es de tres puntos, ganar o perder empieza a ser significativo en esta jornada.
