A Linares y Koné les une una cosa por encima de todas, las cifras. Los delanteros viven de aciertos ante el meta, así que es fácil diseccionar la carrera de un atacante en base a los números. Linares, por ejemplo, siempre se marca un objetivo de goles a alcanzar a lo largo de la temporada. El método exige que el listón autoexigido no se haga público hasta que se rebase. Funcionó el año pasado, cuando el aragonés se impuso 23 dianas. Acabó con 29. Este año no da pistas sobre la nueva cifra. Los números a los que se agarra Koné son porcentuales. Tras salir de una grave lesión, el marfileño trata de recuperar su mejor versión. Cuando empezó a sumar titularidades el delantero dijo que aún estaba "al 70 por ciento". Ahora, tras cada paso en la mejora se le pregunta por el porcentaje del mejor Koné. "Me voy encontrando cada vez mejor", se limitó a contestar con una sonrisa, evitando los números. Los dos delanteros, hombres de cifras, son los elegidos por Egea para formar el ataque más efectivo del Oviedo.
Sus estilos, sin ser antagónicos, les diferencias claramente. Linares maneja dos registros. En la fase defensiva, él es el encargado de iniciar la presión, de elevar el grado de intensidad ante la salida de balón del contrario. Cerca del área se convierte en depredador, siempre en la posición idónea para batir al meta. Koné explota sus cualidades físicas con una técnica sobresaliente. Es el rey del primer control, la opción favorita cuando hay que lanzar la pelota al espacio. En los últimos partidos ha empezado a mostrarse fiero en el área. Los dos goles que acumula en la Liga son de un ariete de manual, al primer toque, sin adornos. Efectividad en el área pequeña. El destino de los dos futbolistas es el gol pero los caminos hasta él son diferentes.
El propio Egea fue claro tras la victoria ante el Llagostera. "Al jugar con dos puntas, Linares nos da un plus sin pelota. Y una generosidad muy buena. Siempre está predispuesto. No renuncio a Cervero y Toché pero es cierto que Linares con este esquema nos da una ocupación del terreno y profundidad en ataque", razonó el técnico cuando se le preguntó por la pareja de ataque elegida.
La apuesta por Koné y Linares es una novedad de las últimas semanas. El primer partido que los dos delanteros compartieron como titulares fue en la victoria ante el Nàstic, jornada 13ª de la Liga. En su estreno, el asunto funcionó. Victoria 2-0 en un partido en el que Koné abrió la lata con un remate de nueve clásico: llegada al área y finalización. Repitió la pareja la semana siguiente en Huesca y el resultado volvió a sonreír. Tocó en aquella ocasión la versión más obrera de los delanteros, enfrentados a defensas rocosos y un viento que imposibilitaba las jugadas de talento. Susaeta anotó de penalti cuando el partido agonizaba. Y el tercer experimento con la pareja de moda fue la del domingo. La más redonda desde el punto de vista de los delanteros: 2-1 al Llagostera, un tanto de cada delantero.
Los números son indiscutibles. Egea ha optado tres veces de inicio por un ataque formado por Linares y Koné y el saldo es de nueve puntos sumados, cinco goles a favor y uno en contra. Parece lógico que el argentino mantenga inamovible su apuesta. La pareja Toché - Linares logró una victoria ante el Valladolid y un empate contra el Bilbao Athletic (cuatro puntos sobre seis) mientras que Toché y Koné como opción se quedan en 3 puntos sobre 12 posibles: victoria ante el Alcorcón y derrotas contra Ponferradina, Numancia y Córdoba.
