A nueve jornadas del final de la Liga, la tendencia del Oviedo ha quedado sobradamente demostrada. El equipo es arrollador en casa y endeble fuera. Los números se encargan de refrendar las sensaciones creadas por el equipo dirigido primero por Egea y ahora por Generelo que muestra a un conjunto de dos caras, con una trayectoria que, con todos los defectos encontrados a lo largo de la campaña, se sitúa en estos momentos tercero como principal alternativa a las dos candidaturas más sólidas para el ascenso, las de Leganés y Alavés. Si los azules navegan por la zona noble de la clasificación es porque han logrado convertir al Carlos Tartiere en un fortín, una plaza de donde los contrarios suelen salir derrotados.

Tras la victoria ante el Numancia del domingo (1-0), el Oviedo se ha convertido en el equipo que más puntos suma por partido disputado en su campo. Los azules tienen un coeficiente de 2.1 puntos por encuentro jugado en el Tartiere después de haber sumado 34 en 16 partidos. El Leganés, que el sábado regresó a la senda de la victoria con un contundente 4-0 ante el Valladolid, es el segundo mejor local, con una estadística muy similar a la carbayona: ha hecho 36 puntos en 17 citas. Su coeficiente es de 2.117, algo inferior al 2,125 de los azules.

La comparativa pone de manifiesto otro dato importante: al Oviedo le queda por disputar un partido más en su casa que algunos de sus rivales directos. Con 9 jornadas por jugarse, los azules tienen cinco citas ante su gente y cuatro fuera. Entre los equipos de la primera mitad de la tabla, están en la misma situación solo Alcorcón, Nàstic y Mirandés mientras que deberán jugar cuatro en casa y cinco fuera: Leganés, Alavés, Zaragoza, Osasuna, Elche, Córdoba y Lugo.

El calendario del Oviedo revela que los encuentros por disputar tendrán picante. A estas alturas hay pocos equipos que transiten por una zona de la tabla que no le permita alcanzar sus objetivos. Por el Carlos Tartiere deben aún pasar Huesca (18.ª en la clasificación en estos momentos), Córdoba (9.º), Mirandés (10.º), Leganés (1.º) y Osasuna (7.º).

El problema está fijado claramente: se trata de ganar fuera de casa para dar el salto de calidad que el equipo necesita si quiere aspirar a los dos primeros puestos de la tabla y ascender de forma directa a Primera. Las estadísticas del Oviedo a domicilio muestran la otra cara de los azules: han hecho 18 puntos en 17 encuentros. Los números están en la misma línea que la competición, donde cuesta un mundo sumar fuera. Entre los de arriba, también se da esta circunstancia. El Leganés acumula a domicilio 21 puntos, por 26 del Alavés, 20 del Nàstic, 17 del Zaragoza y 16 del Alcorcón. Solo el conjunto de Bordalás parece obtener premio lejos de su estadio.

Los desplazamientos restantes hasta el final de campaña para el Oviedo son ante Nàstic (4.º), Llagostera (21.º), Almería (19.º) y Zaragoza (5.º).

El vestuario ya ha hecho pública su apuesta y parece decidido a que las cosas cambien este domingo. La visita a Tarragona está fijada como una cita decisiva en el devenir de la competición, por el intento de cambiar la tendencia y de dejar atrás a un rival directo por el ascenso.