La idea se ha repetido insistentemente desde que comenzara la temporada. Ayer fue José Fernández en volver a sacar a la luz el argumento. "Tenemos que estar serios en defensa porque con la calidad que tenemos arriba, cualquier ocasión acabará entrando". La teoría para que el Oviedo aspire a las cotas más altas parte de dos supuestos. El primero, que el bloque defienda con orden, ha sido la seña de identidad emborronada por las dos recientes visitas desafortunadas. Pero el camino está marcado. El segundo apunta a los méritos individuales. Una plantilla que cuenta con cuatro atacantes del nivel de Toché, Linares, Pereira y Michu asegura una gran facilidad para el gol.

Y así ha sido durante la mayor parte de la temporada. El Oviedo es el segundo equipo que menos chuta a puerta de Segunda (112 disparos, solo por detrás del Alcorcón) y a pesar de ello ha logrado 16 tantos. Esta temporada se está siguiendo un sistema coral de anotación en el que destacan los dos hombres más familiarizados con el área. Toché y Linares, con cuatro goles, son los más acertados esta temporada en el ataque azul. Sin embargo, atraviesan una etapa sin fortuna ante el gol: 480 minutos sin ver puerta el murciano y 307 minutos el aragonés. El oficio de delantero, cuestión de rachas.

Al final del entrenamiento de ayer, Fernando Hierro mandó a la mayor parte del grupo a estirar mientras que para algunos había ejercicios extra. Con Esteban en la puerta, Peña y Varela se encargaban de centrar desde la izquierda y Johannesson y Fernández lo hacían desde la derecha. En la frontal del área, objetivo de los pases, los "killers": Toché, Linares, Pereira y Óscar Gil, como invitado de excepción. Se trata de recuperar sensaciones, de que vuelva ese "feeling" con la pelota tan demandado por los delanteros.

Porque el Oviedo necesita el acierto de sus delanteros. La estadística refrenda la sensación general: cuando Toché y Linares marcan, los azules salen del campo con una sonrisa. Los de Hierro no han perdido cuando ha marcado alguno de sus goleadores. El murciano ha logrado acertar ante el Almería (victoria azul 2-0), en Cádiz (nuevo triunfo por 0-2), contra el Numancia (empate 2-2) y frente al Rayo (El Oviedo ganó 2-0). Linares, que también anotó ante Cádiz y Rayo, añade a la estadística sus dos dianas frente al Tenerife (triunfo azul por 2-0). En total, Toché y Linares han logrado batir al meta rival en cinco encuentros que se han resuelto con cuatro victorias de los de Hierro y un empate.

Durante la última etapa de sequía de los dos delanteros, el Oviedo ha logrado subsistir a base del protagonismo anotador de otros actores: Verdés, Pereira y Michu. El central valenciano se ha erigido últimamente como un baluarte en las acciones de estrategia ofensiva y sus goles ante el UCAM en Murcia y frente al Lugo en el Tartiere le han valido al Oviedo para ganar el primer choque y empatar el segundo. La explosión de Pereira es aún más reciente. Tras un inicio con dudas, el vigués ha visto puerta en los dos últimos encuentros: victoria ante el Levante y derrota contundente en Alcorcón. Michu, por su parte, se estrenó en la competición liguera con un certero cabezazo que abrió la lata en la visita del líder hace dos semanas.

La relación entre las victorias y el acierto de Toché y Linares ya se podía observar la pasada campaña. Entonces, Toché era la principal referencia en el ataque azul. Acabó la temporada con 18 goles. De los 14 partidos en los que celebró algún tanto (hizo cuatro dobletes), el Oviedo ganó 9, empató 3 y solo perdió en dos ocasiones (2-1 en Córdoba y 2-1 contra el Bilbao Athletic). Linares siguió una tendencia similar, aunque con peores registros totales. El aragonés se quedó en 6 dianas, tras anotar en seis partidos que finalizaron con 4 victorias azules, un empate y una derrota (3-1 en Almería). El Nàstic emerge en el horizonte como nueva prueba para dos delanteros que viven del gol.