El lugar y el momento oportuno. El lugar era Polanco, el barrio más 'chic' de Ciudad de México. La oportunidad del momento llegó cuando Luis Rodrigo Poch, de visita en la capital mexicana, echó un ojo a Twitter en ese instante. Ahí vio el mensaje de Arturo Elías, yerno de Slim y hombre fuerte del Grupo Carso en el Real Oviedo. "A los 10 tuiteros que confirmen primero y se les antoje echar unos tacos, hoy a las 3 en el Farolito de Polanco. Yo invito", escribió. Elías confesaría después que se había cancelado una comida y que había decidido improvisar un encuentro con los 10 tuiteros más rápidos. Una cita a ciegas. Luis Rodrigo contestó 6 minutos después, tiempo suficiente para que hubiera unas 50 demandas por delante, pero tenía un argumento poderoso a su favor: se identificó, junto a su amigo Nicolás Serrano, como "ovetense y oviedista". Y el gancho fue efectivo. "Os veo a las 3", respondió raudo el empresario. Elías siempre encuentra un hueco cuando se trata de asuntos oviedistas.

"No dábamos crédito. Fue una casualidad tremenda", relata Luis Rodrigo a LA NUEVA ESPAÑA aún desde Ciudad de México, donde ha viajado como general manager de UCO Trading, empresa dedicada al reciclaje de aceite vegetal. A las 3 en punto, los dos ovetenses se presentaron en El Farolito. Junto a ellos, otros ochos mexicanos, premiados por su rapidez al teclado. Presidiendo el encuentro, Arturo Elías Ayub y su hijo mayor, Arturo Elías Slim.

Las reglas de la comida eran sencillas. "Nos presentamos. Cada uno explicó de dónde venía y a qué se dedicaba. Se trataba de conocernos entre todos", relata Luis Rodrigo. La conversación tocó varios palos, la política entre ellos, pero pronto se pasó al fútbol, la pasión de Elías. "Los otros participantes eran seguidores de Pumas", explica. Pero la conversación viró hacia el Oviedo. El empresario explicó a los mexicanos los pasos dados en la inversión de 2012 y algunas cuestiones relativas al funcionamiento de la competición en España, como el reparto de los derechos televisivos.

Metidos de lleno en conversaciones futboleras, Luis Rodrigo le pidió a Elías que le firmara una camiseta del Oviedo que siempre lleva con él a cualquier destino. La respuesta mejoró la propuesta. "Me dijo que me firmaría otra 'playera' diferente. Llamó al chófer y la trajo una de las camisetas que se hicieron para homenajear a las víctimas del terremoto en México el pasado mes de septiembre. Me la regaló y me la firmó", cuenta el ovetense.

En el caso de Nicolás Serrano, que la semana que viene cumple 3 años en México, el interés por el club azul es doble. Además de lo que le suceda al primer equipo, su pasión se posa también en el filial: su hermano, Santiago Serrano, es el segundo entrenador del Vetusta. "Conocía la situación del filial, se le veía perfectamente informado", señala Serrano que le enseñó a Arturo Elías hijo algunos vídeos del derbi ante el Sporting: "Ya se los había enseñado su hermano pequeño".

Los 90 minutos de tacos pasaron volando. "Se mostró como un tipo familiar, cariñoso y cercano. Y está tan volcado con el Oviedo como nosotros", indica Luis Rodrigo. Serrano coincide: "Lo que más les sorprende a Arturo y su hijo es que en una ciudad de 220.000 habitantes haya semejante pasión. Dicen que es increíble". Elías y los aficionados azules coincidieron en señalar la próxima cita: "Brindando por un ascenso a Primera".