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El peso de La Romareda

El Oviedo visita Zaragoza con la intención de romper su mala racha allí: 28 derrotas en 34 partidos - La última victoria azul fue en Primera División en 1991, con gol de Bango de penalti

Paulo Bento supera a Kily González, en el duelo de 1998. LNE

La construcción de La Romareda, inaugurada en 1957, tuvo su cuota correspondiente de polémica. En su caso, por el nombre que se le daba al estadio. Un periódico de la época inició una votación para sugerir al Alcalde cómo bautizar el campo. Fernando el Católico o Agustina de Aragón estaban entre los favoritos. El edil solucionó el tema con sencillez y le puso La Romareda, la acequia colindante a los terrenos donde se erigiría el estadio. De aquella polémica nació una jota: "Porque lo quiso el alcalde me llaman La Romareda. En siendo campo de fútbol que me llamen como quieran". Ya sea como Torrero, campo anterior, o La Romareda la sensación del Oviedo cuando visita Zaragoza tiene un poso claro de derrota. Los azules han jugado en la Liga como visitantes 34 veces ante los maños y 28 han terminado con victoria del Zaragoza. El Oviedo viaja el domingo a la capital aragonesa con la intención de llevarle la contraria a la historia.

El último triunfo de los azules en La Romareda sucedió el 10 de febrero de 1991. Un solitario gol de Bango desde el punto de penalti fue suficiente, unido a una sólida defensa, para derrotar a los locales. Aquella campaña, la 1990-91, es una de las más recordadas en el oviedismo: el equipo dirigido por Irureta acabó sexto en la tabla, metiéndose por vez primera en su historia en la disputa de competiciones europeas. Para encontrar el último triunfo en Segunda hay que remontarse a 1972: victoria azul 0-1 con gol de Galán.

Pero ni la exitosa década de los 90 sonrió al Oviedo en sus visitas al estadio maño. Aquella tarde con gol de Bango fue la última gran alegría. Le sucedieron seis derrotas en tantos años (3-2, 1-0, 2-1, 2-1, 1-0 y 1-0) hasta que en la temporada 1997-98, los azules lograron un valioso punto en un espectacular encuentro que finalizó 3-3. Aquella tarde, el Tito Pompei, autor de dos goles, empezó a mostrar lo que podía dar su exquisita zurda. De ahí al descenso a Segunda, año 2001, se cosecharon otras tres derrotas, algunas con goleada: 1-0, 4-0 y 5-2. Un 3-1 en la 2002-03, ya en Segunda, precedió al camino de los carbayones por el barro.

La maldición de La Romareda no pudo romperse tampoco tras la liberación de Cádiz. Los dos últimos viajes a Zaragoza acabaron con una sensación dolorosa. La del final de la campaña 2015-16, penúltima jornada, quedará marcada por ese 1-0 que acababa con toda opción matemática del Oviedo por entrar en el play-off. Tampoco fue agradable la experiencia el curso pasado. El Oviedo volvió a perder (2-1) antes de las vacaciones navideñas. Aquel encuentro quedó marcado por la lesión de Michu antes de los 5 minutos de partido. Tras aquella rotura de fibras, al ovetense le costó volver a gozar de continuidad con Hierro.

Los de Anquela quieren regresar a la senda de la victoria en el histórico estadio, tras una última trayectoria fuera de casa con buenas sensaciones aunque resultados que se resisten (3 puntos de los últimos 12). De paso, podrían mejorar algo un saldo que en estos momentos es de cuatro victorias, dos empates y 28 derrotas.

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